tag:blogger.com,1999:blog-14184682283934125472024-03-13T00:24:21.963+01:00Relatos en re menorJose R Capel PURPLEhttp://www.blogger.com/profile/08583823774580616445noreply@blogger.comBlogger33125tag:blogger.com,1999:blog-1418468228393412547.post-62126360236832492802022-02-15T17:09:00.004+01:002022-02-16T15:00:02.966+01:00JOYAS EN SOMBRA Y LUZ<p><span style="font-family: courier;"> </span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">Todo es luz. El cielo y las llanuras polvorientas son
pinturas amarillas sobre un lienzo sucio. Una gasolinera, un restaurante
y un hostal se agrupan formando un reducto de vida en un paraje atormentado.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">Una joven pareja de recién casados <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>detienen su descapotable en<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la gasolinera
para repostar y hacer <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>un pequeño receso
en su trayecto, un camino idílico hacia una luna de miel lejana de donde se
encuentran. El novio, engominado y con gafas de sol, aún conserva la camisa
blanca de la boda, arrugada y con manchas de sudor y polvo. Ella,
despojada del vestido blanco, viste unos vaqueros ajustados y una camiseta sin
mangas. Sus respectivos anillos lanzan destellos dorados de un amor recién
estrenado. Jóvenes ilusionados con futuros relucientes, como su
compromiso incrustado en el dedo anular. El gasolinero, ataviado con un mono de
trabajo grasiento y descolorido y con la piel envejecida por el sol, les obsequia
con una sonrisa sincera y <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>casi desdentada
, únicamente un diente de oro asoma amable. Mientras acaba su tarea, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>les invita a que se refresquen en el restaurante.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">Bajo el porche del hostal, un anciano balancea sus sueños en
la vieja mecedora y contempla el discurrir de la vida disfrazada de turista
extraviado.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Su torso desnudo muestra sin
orgullo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la medalla de un Cristo al que
ya no reza . Un ligero movimiento de su cabeza a modo de saludo y unas <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sílabas ininteligibles son su bienvenida.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">En el bar, Noemí, una oronda caribeña con trasero sabrosón,
tararea un bolero de cuatro compases mientras voltea un collar de perlas tan
falsas como el Sorolla que cuelga olvidado en la pared del fondo. Les recibe efusiva, sirviendo un par de
cervezas en copas dudosamente lavadas y una tapa de ensaladilla adornada con
una mosca herida y unas amigas revoloteando. La vida parece haberse detenido en
aquel lugar. Demasiada luz para vidas con tanta oscuridad.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">Los novios apuran las cervezas y charlan animados sobre
el viaje, obviando la depresión que causa el luminoso lugar. Noemí se
inmiscuye en la charla preguntando descarada por el destino de su viaje
mientras el gasolinero entra en el bar con malas noticias sobre el automóvil:<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>no arranca. Es domingo y los talleres están
cerrados.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">Con desagrado, pero intentando no empañar sus ilusiones,
acogen con resignación el ofrecimiento de pasar allí la noche. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La madre de Noemí es la que regenta el hostal,
una señora vieja y fea, no como despectivo, como único calificativo. Unos
pendientes de plata alargan sus orejas, como su vida, estirada sin sentido. Les
tiende la llave de la habitación sin apenas apartar la vista de un pequeño
televisor, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la única ventana a otra
realidad.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">La habitación: paredes verdes y desconchadas, una colcha marrón que oculta
sábanas de blanco dudoso, un desvencijado armario, una silla y una mesita a un
lado de la cama <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>donde guardarán los
anillos de compromiso.Fuera, el atardecer. La magia de la vida concentrada
en un punto luminoso, el sol. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Inmenso, dueño de esas horas
enrojecidas, cambia el humor de los novios que extasiados ante la belleza del
momento se funden en un beso fotografiado por el viejo del hostal. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">Noemí sirve la cena con esmero y cariño, ayudada por
unos puñados de estrellas que agujerean el cielo e iluminan, junto a unas
velas a medio consumir, la noche silenciosa.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Tras la velada en la terraza, los novios
deciden retirarse a la habitación y contemplar desde su ventana el
maravilloso paisaje azulado mientras hacen el amor.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">Las luces de OSTAL, la hache está fundida en un capricho
ortográfico o eléctrico, parpadean iluminando la habitación y las sombras de
los novios se tiñen de rojo al compás de las intermitencias de los neones. No
es la noche de bodas soñada, el lujo del hotel reservado sustituido por la
decadencia de un hostal polvoriento. El amor cierra los ojos al entorno y se
hace presente en la modesta habitación. El sudor de sus cuerpos se funde e
impregna las sábanas acartonadas. Su pasión rompe el silencio de la noche y los
espectros de serpientes y lagartos escuchan sonidos desconocidos en el
reino de la monotonía.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">Noemí y su madre apuran unos licores y brindan al viento por
su mala suerte. El gasolinero duerme junto al anciano bajo el porche soñando
con amores remotos. Un suave viento zarandea sigiloso una veleta temblorosa que
indica el sur.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">Amanece y el sol vuelve a ser el protagonista ofreciendo
postales dignas de ser fotografiadas. El gasolinero hace rato que ha desayunado
y el anciano continúa bajo el porche resguardado de la luz y el polvo. La
cafetera emite un estridente ruido mientras dos camioneros esperan ser
atendidos. Los novios observan la salida del sol desnudos en la cama, mimetizándose
con el árido paraje o con la vida de las cuatro personas que habitan en aquel
lugar. Desnudos, como tantas veces la vida nos deja frente al destino.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">Una grúa les remolcará hasta el taller. Recogen sus maletas y se despiden de aquella acogedora
y extraña gente con la que han compartido su primera noche de casados. En
silencio, con la mirada y los pensamientos vagando por la desolada
planicie, contemplan unas nubes que empiezan a ensombrecer el día.
Los anillos permanecen olvidados en el cajón de una mesita demasiado frágil,
como el paisaje que les rodea, o como el compromiso de ese amor jurado hace tan
sólo un día.</span></p>Jose R Capel PURPLEhttp://www.blogger.com/profile/08583823774580616445noreply@blogger.com34tag:blogger.com,1999:blog-1418468228393412547.post-85543769531084451252021-06-15T21:51:00.004+02:002021-10-24T20:42:22.900+02:00HISTORIETA<p><br /> </p><p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhrSahv1KN_uJudkYs7YrRHufCRO7h3-e3jnokVL92KJUjwG-VIHhf23Z3J2rXQm7gvb16M1rLF2QQ0dlfVUr5XkojwV4hvwxD45qwBJI8wl4eJRypUjotETs2luim4EY5zXBFbxkMmWaRD/s979/historieta+1.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="725" data-original-width="979" height="259" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhrSahv1KN_uJudkYs7YrRHufCRO7h3-e3jnokVL92KJUjwG-VIHhf23Z3J2rXQm7gvb16M1rLF2QQ0dlfVUr5XkojwV4hvwxD45qwBJI8wl4eJRypUjotETs2luim4EY5zXBFbxkMmWaRD/w410-h259/historieta+1.jpg" width="410" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhz5Qb2stQUC0uFqyYa9MEaupyBtZ4wSVklpw1WWMHp76TMcNutCYLn7BQICeD2v3aW3CyTh98s3hm8kOvXnYhcUrmJI9oRJbB3vqOAcvGaiOxAtyPHMo4TGw1ecM1R9nF4E_sa84tYSb_J/s400/TINTERO+DE+ORO+XXVII+EDICI%25C3%2593N.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="200" data-original-width="400" height="128" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhz5Qb2stQUC0uFqyYa9MEaupyBtZ4wSVklpw1WWMHp76TMcNutCYLn7BQICeD2v3aW3CyTh98s3hm8kOvXnYhcUrmJI9oRJbB3vqOAcvGaiOxAtyPHMo4TGw1ecM1R9nF4E_sa84tYSb_J/w255-h128/TINTERO+DE+ORO+XXVII+EDICI%25C3%2593N.png" width="255" /></a></div></div><p></p><p class="normal" style="text-align: justify;">—Papá, cierra los ojos y dime qué ves.</p>
<p class="normal" style="text-align: justify;">—Pues nada, cariño,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>¿qué
quieres que vea?</p>
<p class="normal" style="text-align: justify;"><span> </span>Sobre un asfalto
arrugado y gris, un caracol apura un cigarro mientras espera que cambie el
semáforo. Coches planos rugen su impaciencia escupiendo humo blanco o gris, con
onomatopeyas escritas en mayúsculas que traslucen un horizonte de edificios
apenas difuminados. En un cielo de azul homogéneo, un círculo amarillo parece
el destino de unos borrones negros que simulan pájaros de alas estáticas.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Un superhéroe extraviado, ataviado con ropa
estrafalaria y una capa ondulante, saluda a los atónitos transeúntes. Una
eterna exclamación admirativa se prolonga sobre bocas abiertas y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ojos desorbitados.</p>
<p class="normal" style="text-align: justify;">—Yo sí que veo.</p>
<p class="normal" style="text-align: justify;">—No, en todo caso, imaginas o recuerdas. Todos esos tebeos que
has releído tantas veces ocupan demasiado espacio en tu pequeño cerebro.</p>
<p class="normal" style="text-align: justify;">—Prueba otra vez, papá, seguro que esta vez lo consigues.</p>
<p class="normal" style="text-align: justify;">—Vaaale.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Apretaré los
ojos con mucha fuerza.</p>
<p class="normal" style="text-align: justify;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Gris, blanco, negro.
Nada.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El ruido exterior e interior
construyen un muro infinito y apagado, sin emoción. Un vacío perpetuo.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></p>
<p class="normal" style="text-align: justify;">— ¿Has visto algo?</p>
<p class="normal" style="text-align: justify;">— No, creo que ya va
siendo hora de dejar los jueguecitos y que cierres los ojos... pero para dormir.</p>
<p class="normal" style="text-align: justify;">— ¿Crees<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que tengo una
especie de superpoder, papi?</p>
<p class="normal" style="text-align: justify;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El padre besa en la
frente al hijo sin responder.</p>
<p class="normal" style="text-align: justify;">—¡Buenas noches!</p>
<p class="normal" style="text-align: justify;">—¡Buenas noches, papá!</p>
<p class="normal" style="text-align: justify;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El padre cierra la
luz.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>A través de la ventana, un inmenso
sol apagado se funde en un horizonte irreal.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>La planicie anaranjanda oculta el desastre ocurrido hace años. Ratas y
cucarachas parpadean evitando los últimos destellos de la luz agónica de un
fluorescente que chisporrotea<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en la más
absoluta oscuridad.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Dios, derrotado, babea
un whisky barato mientras el diablo recoge las ganancias de la partida de póker
ganada al Altísimo: almas demasiado baratas que poblarán este planeta condenado
a la extinción. Una rosa solitaria dibuja una sombra delgada en un pedazo de
arena y se erige en reina de la belleza efímera. Mañana no estará. Mañana tan
solo es la forma de nombrar al futuro más inmediato: un futuro enredado entre
cables y sueros, reflejado en baldosas blancas y ocres desconchadas, un futuro
demasiado caro, comprado a plazos con seguros impagables.</p>
<p class="normal" style="text-align: justify;"> El padre se acuesta junto al hijo. La oscuridad es<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>intermitente como el dolor, no el físico, el
del alma, esa que Dios prefirió apostar con cartas perdedoras. </p>
<p class="normal" style="text-align: justify;"> El niño mantiene los ojos cerrados, pero no duerme. El calor
imposibilita alcanzar ese descanso merecido. </p>
<p class="normal" style="text-align: justify;">—Papá, ¿cuándo volveremos a casa?</p>
<p class="normal" style="text-align: justify;"> El padre finge dormir para no responder.</p>
<p class="normal" style="text-align: justify;">— ¿Estás dormido de verdad?</p>
<p class="normal" style="text-align: justify;"> Sigue sin recibir respuesta, pero no se da por vencido.</p>
<p class="normal" style="text-align: justify;">—Papá, ¡aprieta más los
ojos y conseguirás ver<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>como yo!</p>
<p class="normal" style="text-align: justify;">—Va, cariño, duerme. </p>
<p class="normal" style="text-align: justify;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El niño comprime los
ojos, quiere ver, usar su superpoder para volar y reír, para navegar, para
gritar, para abrazar. Para sentir.</p>
<p class="normal" style="text-align: justify;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El horizonte, de nuevo, se puebla de edificios de ligeros trazos, ventanas de cuatro líneas y chimeneas
pobladas de cigüeñas blancas o negras.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Decenas de señores con o sin sombrero se saludan efusivamente mientras pingüinos con abrigo soportan un frío que gotea cubitos de una tubería oxidada.
El hambre se sacia con bocadillos imposibles de trompa de elefante o<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>cabeza de cerdo. En el 13 de una calle con
nombre de crustáceo de roca, un tendero engaña a una anciana con burdas triquiñuelas y un
ladrón se ufana del robo de un buzón. Dos gemelos presentan sendos suspensos
que les impiden conseguir el vale para la rueda trasera de una flamante
bicicleta. Un hombre, embutido en un traje rojo, azul y delgadas líneas negras, se columpia entre enormes rascacielos. La alegría encuadrada en una viñeta, en
un papel descolorido, en los restos de viejos tebeos olvidados.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></p>
<p class="normal" style="text-align: justify;">— ¿Lo has visto, papi?</p>
<p class="normal" style="text-align: justify;">—Nooo. Venga, duerme y deja de imaginar.</p>
<p class="normal" style="text-align: justify;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Se calla, pero busca
la mano de su padre, sudada e inquieta, y la entrelaza.</p>
<p class="normal" style="text-align: justify;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La silueta de un hombre
a caballo se dirige hacia un sol furioso y enrojecido. Tres notas negras vuelan
por encima de su cabeza. Canta melancólico el adiós de una aventura.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Un gordo con pantalón de rayas azules y
blancas afila sus puños golpeando romanos. A lo lejos, una bruja amenaza con su sempiterno
paraguas a un perro pulgoso que orina en una farola. Un joven rubio de tupe enlacado charla con la oronda soprano que se pierde entre bastidores.</p><p></p>
<p class="normal" style="text-align: justify;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Se ha levantado una
brisa agradable, pero provoca que la puerta<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>golpee de tanto en tanto. Una
enfermera entra<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en la habitación para
cerrar las ventanas y revisar las constantes del niño. No hay nadie: ni el
padre ni el hijo. Tan sólo un viejo
tebeo que el viento hojea con dulzura.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Una
enorme viñeta muestra a un señor y un chaval abrazados frente a un mar
imposible; sobre ellos, una majestuosa luna se refleja en un mar de trazos
gruesos y olas oscuras. Sobre el niño se abre un bocadillo de diálogo: lo
conseguimos.</p>
<p class="normal" style="text-align: justify;"><o:p> </o:p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br />Jose R Capel PURPLEhttp://www.blogger.com/profile/08583823774580616445noreply@blogger.com45tag:blogger.com,1999:blog-1418468228393412547.post-40288311017146512342021-02-15T21:48:00.003+01:002021-05-14T16:50:13.177+02:00RIGOBERTA<p><br /> </p><p style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhpLkREZxjwcDmtqHb_iQMolfUnzyXYql-NGBKZ6syKCBRP5sHLl9MiIGUEMUiJsv93kcJZPmru5xqHiUwRhOj93bpnMjyeCpOVoaMXT9-cmvmBpjNnXQ08PjK2zAVPCuXH4g37J4WbjC2T/s425/rigoberta.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="317" data-original-width="425" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhpLkREZxjwcDmtqHb_iQMolfUnzyXYql-NGBKZ6syKCBRP5sHLl9MiIGUEMUiJsv93kcJZPmru5xqHiUwRhOj93bpnMjyeCpOVoaMXT9-cmvmBpjNnXQ08PjK2zAVPCuXH4g37J4WbjC2T/s320/rigoberta.jpg" width="320" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjTdnAkZkfTFmYP0WJGjErAXcjh3GYwB90B3Dcy7dJsndJEUUJxbNOaCbp0p9t7_sGqElmwDASPuGHEVHQ6-mYl-psZWXVjkDlaulprmPnCbj8pMONDPLSdl8zgu9A83TpLxhyl0QYKjbNg/s1024/TINTERO+DE+PLATA+XXV+EDICI%25C3%2593N.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="512" data-original-width="1024" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjTdnAkZkfTFmYP0WJGjErAXcjh3GYwB90B3Dcy7dJsndJEUUJxbNOaCbp0p9t7_sGqElmwDASPuGHEVHQ6-mYl-psZWXVjkDlaulprmPnCbj8pMONDPLSdl8zgu9A83TpLxhyl0QYKjbNg/s320/TINTERO+DE+PLATA+XXV+EDICI%25C3%2593N.jpg" width="320" /></a></div></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div>Rigoberta era la típica
marciana, verde, con cabello rubio y ojos azules con brillo de mar. Su cuerpo
estaba cubierto de finas escamas y un suave vello agradable al tacto, pero <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>lo que más me fascinaba era el precioso ojo
situado en la nuca, el tercer ojo, que le proporcionaba una visión de casi
trescientos sesenta grados.<p></p>
<p style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">Nos conocimos en una
manifestación marcianista. Miles de terrícolas y marcianos reclamando derechos
extraviados en las alcantarillas de un poder invisible. Los marcianos llevaban
años conviviendo con nosotros sin poder disfrutar de plena igualdad. Marginados
por su color y aspecto, malvivían en suburbios alejados del centro de Barcelona
o cualquier otra gran ciudad.</p>
<p style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">Acudimos varios amigos
comprometidos con la causa y sin demasiadas cosas que hacer. Delante nuestro,
varias marcianas agitaban banderas y coreaban improperios con voces metálicas y
un dulce acento del sur de Marte. Yo codeé a uno de mis colegas y le mostré con
un gesto visual el culo de Rigoberta. Espectacular, me dijo, dividiendo la
palabra en sílabas y regodeándose en el hermoso trasero de la marciana.
Olvidamos que nos estaba viendo con su ojo posterior e intentamos camuflar
nuestra estupidez uniéndonos a los cánticos que clamaban cada vez con más
fuerza. </p>
<p style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">No pude apartar la mirada de
ese ojo hipnótico durante largo rato. Un ligero pestañeo, quizás provocado por
el humo de un cigarro, lo interpreté como un guiño. Me adelanté a mis
compañeros situándome junto a las jóvenes marcianas y comencé una torpe <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>conversación con ellas, convenciéndolas de
vernos después de la manifestación. Sólo acudió Rigoberta. Mis amigos saludaron
y se esfumaron caballerosamente.</p>
<p style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">Quedamos varias veces antes
de invitarme a su minúsculo piso. Me ofreció una bebida que no reconocí y sin
dejarme apenas probarla preguntó con aire autoritario: ¿follamos? Con Rigoberta
todo sucedía demasiado deprisa. Conociendo la longevidad de los marcianos, no
me explicaba su celeridad, como si el mundo finalizara al día siguiente.</p>
<p style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">Me cogió entre sus brazos
como si fuera el galán de una película en su noche de bodas, representando yo
el papel de novia, mientras ella abría de una patada la puerta de la
habitación. Me lanzó con suavidad al camastro y se deshizo de su ligera ropa.
Sus tres pechos verdes se balanceaban ante mi atónita mirada. Me dio la espalda
mientras dejaba su ropa plegada sobre una silla. Su tercer ojo, el de la nuca,
no me dejaba ni un segundo de intimidad. Su verde y escamada desnudez se
deslizó suavemente sobre mi rígido cuerpo y con un gesto veloz noté que estaba
en su interior. Su boca se abrió y empezó a emitir agudos sonidos y extraños
jadeos. Era la primera vez que mi pareja llegaba al orgasmo antes que yo. Cayó
derrotada junto a mí sin que me hubiera dado tiempo de utilizar ni uno de mis
escasos secretos amatorios.</p><p style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 0px;"><span style="text-indent: -18pt;"> —<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;"> </span></span><span style="text-indent: -18pt;">¿Me quieres?</span></p>
<p style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">Se me cayó el cigarro sobre la
cama. Un agujero bordeado por una circunferencia pardusca <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sobre el blanco impoluto de las sábanas era mi
firma y la respuesta muda a una pregunta que consideré precipitada. </p>
<p style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">Nos casamos a los dos meses.
No supe decir que no y aunque tampoco di mi consentimiento Rigoberta interpretó
mi silencio como una afirmación. Y mi vida se aceleró. Nos hipotecamos en treinta
años y en seis, tuvimos cuatro hijos: tres niñas y un niño. La mayor nació tan
verde como Rigoberta y decidió ponerle su mismo nombre. La segunda era pálida,
como yo, y escogió Luna. La menor de las niñas, María, por supuesto también era
verde. El niño fue una terrible mezcla de franjas verdes y blancas y aunque de
mutuo acuerdo lo inscribimos como Sergio, todo el mundo le llamaba Betis. </p>
<p style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">Nos queríamos, es decir,
supongo que ella me quería, yo jamás supe definir lo que sentía por ella.
Siempre había sido demasiado sumiso y la vida, la suya, me estaba aplastando.
Había perdido mi espacio, mi pausa, y mis indecisiones e inseguridades se
habían convertido en respuestas rotundas que jamás pronunciaba pero que
Rigoberta se encargaba de convertirlas en concesiones a sus deseos.</p>
<p style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">Teníamos en común veintiseis
años de hipoteca y cuatro hijos coloridos -las niñas, ordenadas por edad, eran
el orgullo de cualquier andaluz- Su prisa y mi calma no casaban bien, la vida
es demasiado breve y Rigoberta tenía permanentemente pisado el pedal del
acelerador. Debía frenar y decirle que nuestra relación no tenía, ni había
tenido ningún sentido.</p><p style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;"><span style="text-indent: -18pt;">—<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;"> </span></span><span style="text-indent: -18pt;">¿Separarnos?</span></p>
<p style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">Intercambiamos los colores,
ella palideció y a mí me puso verde: hijo de puta, cobarde, mal padre,
terrícola de mierda. Amagó con darme una bofetada<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>pero se arrepintió y me dio la espalda. Yo me
agaché cobardemente, evitando el inexistente guantazo y perdí el equilibrio, cayendo
ridículamente al suelo. Su impenitente ojo trasero me miraba con reproche, con
odio, sin embargo, la oía sollozar. Era capaz de expresar varios sentimientos a
la vez cuando yo era incapaz de mostrar alguno. </p>
<p style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">Me levanté junto a mi
dignidad y me senté en el sillón. De nuevo, el silencio. Mi silencio.
Encendí<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la televisión para airear los
pocos pensamientos que desfilaban por mi cerebro y el murmullo de un
presentador anodino me adormeció. Noté en mi cabeza las caricias de una mano
escamada y velluda, deliciosa en todo caso.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Era Rigoberta, desnuda, buscando una reconciliación imposible. Se sentó
a horcajadas sobre mi cuerpo y buscó su placer. Yo me encontré vacío, sin saber
qué responder. Como siempre.</p>
<p style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p> </o:p></p>Jose R Capel PURPLEhttp://www.blogger.com/profile/08583823774580616445noreply@blogger.com40tag:blogger.com,1999:blog-1418468228393412547.post-62457132127133822742020-10-15T22:00:00.006+02:002021-05-14T16:50:55.394+02:00ARAÑA Y MOSCAS<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAMIq7L_0dGoo3Vb2pqMKgngTzGBxccvNX3U85B-V21-LxE1lRkyIOwi6JUTRZ5s8H7m_1LPq0zlwtmdd9FckaWmZUpn0bXts_DP_zUZR7omObNOxcVhEIfz8hlJd5EBHtfS00nXMcUcjy/s275/ARA%25C3%2591A.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="183" data-original-width="275" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAMIq7L_0dGoo3Vb2pqMKgngTzGBxccvNX3U85B-V21-LxE1lRkyIOwi6JUTRZ5s8H7m_1LPq0zlwtmdd9FckaWmZUpn0bXts_DP_zUZR7omObNOxcVhEIfz8hlJd5EBHtfS00nXMcUcjy/s0/ARA%25C3%2591A.jpg" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhOFQ-MtwWkAIgf5JfyHdRPvmouVDooxhpIfD9t4JvMq2yGm3Y_bJqYBjqlO2BqM2efxAm_WtXysMRVdwcZRXBoFrHksualM_lbkweqpbUIQ6vEkbPfL3KjhZ-tKq8pP2YWPFc0ivLqf5RA/s1024/TINTERO+DE+BRONCE+XXIII+EDICI%25C3%2593N.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="512" data-original-width="1024" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhOFQ-MtwWkAIgf5JfyHdRPvmouVDooxhpIfD9t4JvMq2yGm3Y_bJqYBjqlO2BqM2efxAm_WtXysMRVdwcZRXBoFrHksualM_lbkweqpbUIQ6vEkbPfL3KjhZ-tKq8pP2YWPFc0ivLqf5RA/s320/TINTERO+DE+BRONCE+XXIII+EDICI%25C3%2593N.jpg" width="320" /></a></div><br /> <p></p><br /><p></p><p style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;"> Llueve. Me gusta el sonido
de la lluvia. Y el olor después de la tormenta. Dicen que los aromas conectan
con las emociones. No puedo asegurarlo. Me entretengo contemplando los
transeúntes cobijados bajo paraguas o chubasqueros mientras espero que suene el
timbre. Ya pasan diez minutos de la hora acordada. Un par de moscas aletean
pesadas alrededor de mi cabeza. Su zumbido es molesto, interfiere en los
acordes de Nick Cave. Suena el móvil. Se retrasará cinco minutos más. No hay
problema, tengo toda la tarde libre. </p>
<p style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;"> Llaman con insistencia, seis
veces, tal como habíamos acordado. No es tan guapa como en las fotos de su <i style="mso-bidi-font-style: normal;">blog</i>. Nos damos un par de besos a modo
de presentación y le invito a pasar. Le ofrezco asiento en el sofá, frente al
ventanal que trasluce una impresionante panorámica de la ciudad. Ha dejado de
llover. Accede a tomar una copa de cava. Parece una persona culta, se interesa por
las fotografías y cuadros que decoran la sala, también hace algún comentario
sobre alguno de los cientos de libros que descansan sobre una estrafalaria
estantería. ¿Qué le habrá llevado a dedicarse a la prostitución? Se quita la blusa
y la deja con cuidado sobre una silla. Seguramente se ha aburrido de mis
respuestas monosilábicas. También se desprende de la falda, del sujetador y de
las bragas. Parece no disimular su interés por un dinero rápido. Se acerca
hasta mí y me acaricia el pelo. Tiene un cuerpo bonito, quizás unos pechos
demasiado pequeños. Los aprieta contra mi espalda. Consigue que me tumbe en el
sofá y se sienta a horcajadas. Apoya su cabeza junto a mi barbilla y la única
vista que tengo es el techo. Por cierto, necesita una capa de pintura. En una esquina
observo una araña oscilando, colgada de un hilo imperceptible. Bajo la cabeza y vuelvo a mirar a la chica. Con cierta
habilidad se deshace de mi camisa y acerca de nuevo su rostro al mío.</p>
<p style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;"> — ¿Cómo me dijiste que te
llamas, guapo?</p>
<p style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;"> Su voz es desagradable,
aunque intente ponerle un tono dulce. Por supuesto, no le voy a dar mis datos.
Me repugna que añada la coletilla de guapo. </p>
<p style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;"> — ¡Qué más da! Elige tú
misma un nombre.</p>
<p style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;"> Parece sorprendida por la
respuesta. Pone cara de pasmo e intenta reconducir la conversación acariciándome
las orejas. </p>
<p style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;"> —Carlos. Me encanta. Mi
primer novio se llamaba Carlos.</p>
<p style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;"> A veces las cosas se tuercen
sin más, sin apenas motivos. Tengo a la chica dispuesta. No ha sido barato,
pero de consumarse, hubiera valido la pena. Lástima que hable. Debería
amordazarla para silenciar su curiosidad o el afán de quedar bien o yo qué sé, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>pero que calle de una puta vez.</p>
<p style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;"> —Mala elección. Mi padre
también se llamaba Carlos. Un grandísimo hijo de puta.</p>
<p style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;"> La imagen de mi padre
envuelto en un plástico empapado me viene a la memoria. ¡Pobre hombre!, jamás
se encontró su cuerpo. Mi madre murió pensando que la había abandonado. Llovía,
como hoy. Charcos, barro y sangre son los últimos recuerdos del gran cabrón. </p>
<p style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;"> —Lo siento. Bueno,...te
llamaré Jorge. ¿Qué te parece?</p>
<p style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;"> —No se admiten cambios. El
azar no ofrece segundas oportunidades. Eres tú la que te has <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>interesado por ponerme un nombre y te ha
tocado la lotería. ¡Disfrútala!</p>
<p style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;"> — ¿Qué quieres decir? Vamos,
hombre. Tan sólo es un nombre.</p>
<p style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;"> — Estúpida puta.</p>
<p style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;"> No tengo ganas de prolongar
una conversación que ya ha fracasado. Su rostro cambia de color al verme con
el revólver apuntando a su cabeza.</p>
<p style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;"> — ¿Quieres un cigarro?</p>
<p style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;"> — ¿Qué vas a hacer? Es una
broma ¿no?</p>
<p style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;"> No suelo bromear, tendría
que haberlo adivinado en mi expresión. He intentado ser cortés ofreciéndole la
posibilidad de fumar su último cigarro. Apuro la copa de cava y enciendo el cigarro que ella no se ha querido fumar. </p>
<p style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;"> Las moscas vuelven a<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>revolotear ajenas a la macabra escena que ha sucedido
bajo sus alas. Su zumbido se detiene, atrapadas por la pegajosa seda de la
araña que sigue tejiendo su trampa mortal. El humo de mi cigarro enturbia la
imagen y obvio a las malditas moscas para concentrarme en la prostituta que
yace en el sofá. Tres agujeros en la cabeza forman un perfecto triángulo
sangriento. El azar incrustado en la frente de la puta que aún conserva la cara
de asombro. Ni siquiera me dijo su nombre. Espero por su bien que Marcos, el
amigo que me ha prestado el apartamento, tenga un seguro de incendios. </p>
<p style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;"> Lanzo la colilla encendida a
una papelera rebosante de facturas, cartas y papeles sin interés. Vacío una
lata de gasolina extendiéndola por todo el apartamento. No tenía intención de
usarla, pero nunca se sabe que atajos tomará la casualidad.</p>
<p style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;"> Un último vistazo antes de
abandonar el apartamento me ofrece una curiosa imagen: la araña relamiéndose al
ver sus presas tostadas sin intuir que ella morirá también abrasada, condenada
por la lujuria de una mujer que jamás había visto.</p>Jose R Capel PURPLEhttp://www.blogger.com/profile/08583823774580616445noreply@blogger.com42tag:blogger.com,1999:blog-1418468228393412547.post-19745824971206055852020-05-31T19:29:00.001+02:002020-10-19T12:54:21.055+02:00EL HOMBRE DE TRAJE GRIS<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjo5h2YeQ7tPcyo4W599Hf5-nlo4WuIg8Jb7j_m9iuyJUlX2wD5PW2k86HDd1QvBJXudvne6xZvr8zv8nmKbsDWB8jChz2GMKyqCSiQmRTYBWebNkQzqMqmIqBB07SRYsrwII2Y07umgX7/s1600/HOMBRE.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="603" data-original-width="474" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjo5h2YeQ7tPcyo4W599Hf5-nlo4WuIg8Jb7j_m9iuyJUlX2wD5PW2k86HDd1QvBJXudvne6xZvr8zv8nmKbsDWB8jChz2GMKyqCSiQmRTYBWebNkQzqMqmIqBB07SRYsrwII2Y07umgX7/s320/HOMBRE.jpg" style="cursor: move;" width="251" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhvCX3AkgMRS0NvfHCPFCPfm0DG7JreAVH9mkmnqVxleJB_u2FPwQajoxXedg8scWdzDN_lhYUzc_LgHpAnCxML3Sp04_uqgsIZ_aosX_PYRTuVHYeWxD0uS-hudX2qjYtiQBXxZsd02FLe/s400/XXII+EDICI%25C3%2593N+TINTERO+DE+BRONCE.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="200" data-original-width="400" height="98" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhvCX3AkgMRS0NvfHCPFCPfm0DG7JreAVH9mkmnqVxleJB_u2FPwQajoxXedg8scWdzDN_lhYUzc_LgHpAnCxML3Sp04_uqgsIZ_aosX_PYRTuVHYeWxD0uS-hudX2qjYtiQBXxZsd02FLe/w241-h98/XXII+EDICI%25C3%2593N+TINTERO+DE+BRONCE.png" width="241" /></a></div>
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 14.65pt; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span face=""arial" , "sans-serif"" style="color: black; font-size: 10pt;">El hombre de traje gris abandonó contrariado el aula. Los sueños de
conquistar a la chica rubia de la primera fila eran una quimera que enturbiaba
su aparentemente ordenada vida. En la calle, la lluvia arreciaba y los carteles
de neones anunciaban felicidad enfrascada en bebidas edulcoradas. Quizás la
felicidad fuese tan solo el cosquilleo de unas burbujas dulces o un eructo
prolongado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 14.65pt; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 14.65pt; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span face=""arial" , "sans-serif"" style="color: black; font-size: 10pt;">En la esquina de Cheshire con Lyme, la silueta de un gato sonriente aparecía
y desaparecía alternando luces rojas y azules, aunque la sonrisa permanecía en
verde. Entró en el bar, se acomodó en la barra<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>y solicitó una bebida sin la dicha anunciada, pero con el suficiente
alcohol como para conseguir un espejismo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 14.65pt; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 14.65pt; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span face=""arial" , "sans-serif"" style="color: black; font-size: 10pt;">—Trae mala cara, amigo. No encontrará lo que busca en el fondo de ese vaso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 14.65pt; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span face=""arial" , "sans-serif"" style="color: black; font-size: 10pt;">—No suelo tratar de amigos a los desconocidos, pero no se preocupe, no
busco nada en concreto, es únicamente una forma de matar el tiempo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 14.65pt; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span face=""arial" , "sans-serif"" style="color: black; font-size: 10pt;">—Yo hace tiempo que lo asesiné, y ya ve, los días se han convertido en un
bucle infinito.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 14.65pt; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span face=""arial" , "sans-serif"" style="color: black; font-size: 10pt;">—La maldita rutina.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 14.65pt; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span face=""arial" , "sans-serif"" style="color: black; font-size: 10pt;">—No es tan sencillo, amigo. Usted lleva meses viniendo cada día puntual a
las seis, y tras cuatro tragos, me hablará de la adolescente de cabellos
dorados y su imposible amor.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 14.65pt; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 14.65pt; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span face=""arial" , "sans-serif"" style="color: black; font-size: 10pt;">El hombre de traje gris palideció, apuró su cuarto trago y volvió a hablar
de la chica rubia. Pagó y se despidió tambaleándose. El camarero le devolvió el
saludo quitándose el sombrero. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Afuera
persistía la lluvia. La ciudad no dormía, empapada de oscuridad y soledad.
Esperó junto al semáforo a que cambiara a verde. Solo tenía que esquivar el
charco formado junto al sumidero anegado, pero la inestabilidad le hizo pisarlo
con fuerza. Cayó por un profundo e interminable cilindro hueco rodeado de agua
sucia sobre la que flotaban fotografías y dibujos de ángeles y demonios. Tortugas,
conejos, liebres y un extraño pájaro caían junto a él y le hablaban del hermoso
bosque, la cascada y el río que encontraría al llegar al final. Imaginó que los
efectos del alcohol habían sobrepasado esta vez todo lo deseable, pero
asiéndose a la impalpable irrealidad, suspiró por un suave aterrizaje.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 14.65pt; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 14.65pt; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span face=""arial" , "sans-serif"" style="color: black; font-size: 10pt;">La noche y la oscuridad parecían haberle acompañado en su viaje etílico. El
gato de Cheshire le guiñaba un ojo mientras se fundía en negro y desaparecía
definitivamente. No había farolas, ni luces en las ventanas, ni neones. No
llovía, ni la gente deambulaba extraña entre reflejos del asfalto mojado. Se
hallaba en una nada negra sin límites visibles, únicamente el bar donde había
estado no hacía mucho, flotando en una nube de fantasía. El camarero le volvió
a saludar con una irónica reverencia a la vez que volteaba su sombrero. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 14.65pt; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 14.65pt; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span face=""arial" , "sans-serif"" style="color: black; font-size: 10pt;">—Puntual como siempre, amigo<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 14.65pt; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span face=""arial" , "sans-serif"" style="color: black; font-size: 10pt;">—¡Olvídeme! <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 14.65pt; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span face=""arial" , "sans-serif"" style="color: black; font-size: 10pt;">—¿Le pongo otro trago? ¿O prefiere una de estas galletitas para asentar el
estómago?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 14.65pt; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 14.65pt; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span face=""arial" , "sans-serif"" style="color: black; font-size: 10pt;">Cogió una galleta y comió un pedazo. Quizás tenía razón aquel camarero atrevido
y necesitaba asentar el estómago y aclarar la mente; tenía que salir de esa
pesadilla sin sentido. A la vez que comía sentía como su cuerpo envejecía con <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la misma velocidad que masticaba. Sus manos
temblaban y las piernas apenas le sostenían.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 14.65pt; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 14.65pt; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span face=""arial" , "sans-serif"" style="color: black; font-size: 10pt;">—¿Tiene un espejo?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 14.65pt; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span face=""arial" , "sans-serif"" style="color: black; font-size: 10pt;">—No le gustará la imagen. Pruebe estas otras galletas, le sentarán mejor
que ver su reflejo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 14.65pt; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 14.65pt; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span face=""arial" , "sans-serif"" style="color: black; font-size: 10pt;">Accedió a probar las otras galletas. Una sorprendente vitalidad invadió su
cuerpo. Se acarició el rostro y sintió la tersura de su piel.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 14.65pt; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 14.65pt; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span face=""arial" , "sans-serif"" style="color: black; font-size: 10pt;">—Oiga, ¿me puede servir una bebida edulcorada como <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>las que se anuncian ahí afuera?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 14.65pt; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span face=""arial" , "sans-serif"" style="color: black; font-size: 10pt;">—¿Ahí afuera? Espere a que amanezca y comprobará que no hay nada que valga
la pena.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 14.65pt; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span face=""arial" , "sans-serif"" style="color: black; font-size: 10pt;">—¿Cuándo amanezca? Entonces, no le volveré a ver.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 14.65pt; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span face=""arial" , "sans-serif"" style="color: black; font-size: 10pt;">—Pues no, ya sabe, nuestros encuentros son a las seis.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 14.65pt; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 14.65pt; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span face=""arial" , "sans-serif"" style="color: black; font-size: 10pt;">El hombre de traje gris se había transformado en un chaval con un sueño que
ahora podría realizarse. Acodado en la barra, durmió pensando en la niña
inalcanzable y en los bosques, cascadas y ríos de los que le habían hablado.Y amaneció.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 14.65pt; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 14.65pt; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span face=""arial" , "sans-serif"" style="color: black; font-size: 10pt;">No había bar, no había camarero, ni siquiera había sol. El chaval de traje
gris permanecía tendido sobre la arena, desperezándose de un profundo sueño. Se
incorporó con energía, dispuesto a aprovechar su regalada juventud y contempló
con melancolía el paisaje que le rodeaba. El bosque era un desierto y el río un
simple cauce arenoso en cuya orilla se apilaban los cadáveres de unicornios y
dragones rodeados de moscas azules. Las cascadas estaban secas y los lagos eran
enormes extensiones de tierra cuarteada. Se había convertido en un hombre de
piedra, una masa dura y cuarteada como la tierra seca de los lagos; su corazón,
un pequeño guijarro incapaz de sentir. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 14.65pt; margin-bottom: 12pt; text-align: justify;">
<span face=""arial" , "sans-serif"" style="color: black; font-size: 10pt;">Buscó una sombra inexistente en aquel páramo gris. Divisó el esqueleto de
un árbol en un horizonte cercano y decidió acercarse para reposar junto a él. Un
cuerpo colgaba de una de sus ramas negras. Era el cadáver de una joven que
ocultaba el rostro tras una larga melena de oro. Estaba desnuda y su palidez
resplandecía entre los grises de un desierto sin sol. Apartó un mechón de sus
cabellos y reconoció la cara de la princesa, su princesa. Su corazón se deshizo
y se convirtió, como su cuerpo, en polvo y arena, perdiéndose en el desierto de
la fantasía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 14.65pt; margin-bottom: 12pt; text-align: justify;">
<span face=""arial" , "sans-serif"" style="color: black; font-size: 10pt;">—¿Otro trago, amigo?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 14.65pt; margin-bottom: 12pt; text-align: justify;">
<span face=""arial" , "sans-serif"" style="color: black; font-size: 10pt;">Afuera había dejado de llover. Los carteles de neones seguían anunciando
felicidad a precio de saldo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 14.65pt; margin-bottom: 12pt; text-align: justify;">
<br /></div><br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />Jose R Capel PURPLEhttp://www.blogger.com/profile/08583823774580616445noreply@blogger.com38tag:blogger.com,1999:blog-1418468228393412547.post-6778802761887043472020-04-26T19:26:00.000+02:002020-04-28T15:38:08.539+02:00INSOMNIO<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhpftRh_FxHIm0hCR2EPx3heX90sRaU4sCWer15bu9SktCfvOA3Uw8W6GCdYhDiugauE2Jhb1M9pKlys3mm3maD__H5Q3ukRhadRDF_GRHkXSdEiV7OlIqsJAXTkPVrwrdsiNXdqp_URlgF/s1600/INSOMNIO.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="371" data-original-width="660" height="178" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhpftRh_FxHIm0hCR2EPx3heX90sRaU4sCWer15bu9SktCfvOA3Uw8W6GCdYhDiugauE2Jhb1M9pKlys3mm3maD__H5Q3ukRhadRDF_GRHkXSdEiV7OlIqsJAXTkPVrwrdsiNXdqp_URlgF/s320/INSOMNIO.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 11.55pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">La luna alteraba la línea recta imaginaria formada por las farolas de la
calle. Le faltaban tres dedos para estar completamente
alineada. Pensé que sería otra noche de insomnio fumando en la ventana y
dialogando con el silencio. No fue así, por fin mis párpados cedían y caían
rendidos. Me acomodé con regocijo sobre las sábanas revueltas consiguiendo que el cerebro se
desconectara. Sentí entre sueños la dulce caricia de la almohada sobre el rostro.
Al principio, me relajó su tacto suave y mullido. De repente, noté cómo la dulce
caricia se había convertido en una fuerza extraña que me imposibilitaba
respirar. No podía gritar, mis llamadas de auxilio se ahogaban entre las plumas
de la almohada. Alguien oprimía el cojín contra mi cara. Un sonido seco y
apagado relajó mis músculos, destrozándome la garganta. El sabor a metal y el olor
a pólvora me sumieron, ahora sí, en un profundo y definitivo sueño. Las plumas
volaban a mi alrededor y caían lentas sobre la cama. El humo del disparo se
desvanecía como las nubes que intentaban ocultar la luna. Antes de que el sueño
eterno se apoderase de mí, disparé sin una diana a la que apuntar y sentí sobre las piernas el peso de un cuerpo que se desplomaba. No pude evitar
mi muerte y sólo conseguí el pasaporte al infierno.</span></span><br />
<a name='more'></a><span style="font-family: "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 11.55pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">Desperté empapado, el sudor de un mal sueño envolvía mi débil existencia. Una
leve brisa se coló por la ventana y alivió mi sofoco. El cansancio acumulado
pudo más que las imaginaciones y otra vez me sumergí en horribles pesadillas.
Siempre acababa muriendo. La impotencia por no poder conciliar el sueño hizo
que accionara el gatillo seis veces contra la oscuridad. Seis cuerpos cayeron
entre las sombras de la habitación. Ni me inmuté, sabía que acabaría
despertando otra vez.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 11.55pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">Por la mañana, mientras me afeitaba, sintonicé las noticias en la radio. El
asesinato de seis hombres abría los informativos del día. Llené la bañera con
agua fría e intenté relajarme. Cerré los ojos y sentí con alivio el frescor del
agua que me cubría hasta el cuello. Sumergí la cabeza entre la espuma y cuando
intenté recuperar el aliento, unas manos me empujaban al fondo de la bañera. La
sensación de asfixia fue terrible. Mi cuerpo se revolvía en un intento fallido
de emerger y llenar de aire los pulmones. Mis gritos se perdían entre burbujas
de terror. De nuevo, me incorporé desorientado y sollozando en la cama. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 11.55pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">Cientos de ratas inmóviles formaban una desagradable alfombra que cubría
por completo el suelo de la habitación. Parecía una función de teatro donde
ellas eran las espectadoras silenciosas y yo el protagonista de una tragedia.
En el alfeizar de la ventana, unos cuervos disfrutaban de la representación.
Una de las ratas había conseguido introducirse entre las sábanas y me clavaron sus afilados
dientes en el pie izquierdo. El alarido espantó a los cuervos y las
ratas se evaporaron sin necesidad de prestidigitación, dejando únicamente unas
motas de su alma flotando en el aire. Me hallaba otra vez apoyado en el
cabezal, temblando y con la respiración demasiado agitada. La espiral de
irrealidad me estaba matando. Procuré mantenerme despierto, alejándome de las angustias nocturnas.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 11.55pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">Un libro y un café me acompañarían en la vigilia forzada. Leí sin pestañear
treinta páginas de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El exorcista</i>,
probablemente una mala elección para mis pesadillas. Revolví el azúcar sin
mirar la taza de café y acumulé todo el humo que pude del cigarro que estaba
fumando. Un desgarro en los pulmones provocó un ataque compulsivo de tos.
Carraspeé intentando arrastrar las flemas al exterior y una náusea interminable
convulsionó mi cuerpo. De mi boca surgió una densa masa similar a una
hamburguesa cruda recubierta de placenta y un hedor insoportable. Me desmayé y
desperté con el libro abierto por la página treinta sobre mi pecho. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 11.55pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">El doctor escuchó atento el relato de mis recurrentes pesadillas y lo
atribuyó al estrés. El cambio de residencia, hacía poco que me había mudado,
también podía contribuir a las alteraciones del sueño que padecía. Aseguró que
en unos meses me habría habituado al nuevo lugar y las rutinas diarias me
devolverían la placidez por las noches. Abandoné la consulta intranquilo. La
sala estaba en la confluencia de decenas de pasillos que conformaban un
laberinto rojizo. Avanzaba despacio, observando las estancias que se
sucedían a ambos lados del interminable corredor. Hacía mucho calor, demasiado,
como si una hoguera infinita rodeara el destartalado edificio. Lo cierto es que
no recordaba cuándo ni por dónde había accedido al hospital. Había aparecido
repentinamente en la consulta del doctor tras la última pesadilla.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 11.55pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">Un grupo de personas harapientas y sucias apareció al final de uno de los
pasillos. Un hombre con bata blanca ejercía de guía de las almas descarriadas.
Se detuvo y me miró durante unos segundos. Descubrí aterrado que sus ojos
desprendían un brillo inusual, sus pupilas enrojecían desprendiendo una potente
luz que atravesaba mi cuerpo. Esperé a despertar en cualquier momento. No fue
así. El doctor que me había atendido posó su mano sobre mis hombros.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 11.55pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">—Poco a poco. En unos meses tus pesadillas habrán desaparecido y la
rutina que contemplas te permitirá conciliar un plácido sueño.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 11.55pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">Esbozó una ligera sonrisa y me miró con piedad. Sólo fue un truco.
Enseguida una enorme carcajada que mostraba sus afilados dientes retumbó
dentro del laberinto infernal en el que ardería eternamente.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 11.55pt;">
<br /></div>
<br />Jose R Capel PURPLEhttp://www.blogger.com/profile/08583823774580616445noreply@blogger.com29tag:blogger.com,1999:blog-1418468228393412547.post-17098279991390693282020-03-29T13:35:00.000+02:002020-04-26T19:33:24.164+02:00BLANCO<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmjYruJ0pjcgUeHApcVpS_aiXWJVHIMpJECIGO-nKmzIVW10-A7kI2O2AWlhuM3FKA93B44naBh_abi-v6uT2SQvrU1G_zIujG7eCu99V_cxQGB4J4ALIQzRb-xLJwGgD9ZoXERNeGbiAp/s1600/Untitled-1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1340" data-original-width="1510" height="282" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmjYruJ0pjcgUeHApcVpS_aiXWJVHIMpJECIGO-nKmzIVW10-A7kI2O2AWlhuM3FKA93B44naBh_abi-v6uT2SQvrU1G_zIujG7eCu99V_cxQGB4J4ALIQzRb-xLJwGgD9ZoXERNeGbiAp/s320/Untitled-1.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMSJPvB_6nhJnJgBtFyiftelSzv4ustiOer8rKGRG1zLvKi7RfUP5R_MuK9ALaLhlmmXBF0-jjCUTTJGTLb2tHA5ZJbajSce-7Fp8sowhZbgXvTqnqd2Yk_xdNge4bPh2_gjxNgUYHp9np/s1600/TINTERO+DE+BRONCE+XX+EDICION.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="200" data-original-width="400" height="160" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMSJPvB_6nhJnJgBtFyiftelSzv4ustiOer8rKGRG1zLvKi7RfUP5R_MuK9ALaLhlmmXBF0-jjCUTTJGTLb2tHA5ZJbajSce-7Fp8sowhZbgXvTqnqd2Yk_xdNge4bPh2_gjxNgUYHp9np/s320/TINTERO+DE+BRONCE+XX+EDICION.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="font-size: large;">A principios del
año 2190 y tras dos años viajando por nuestra galaxia, la nave Camila 33
alcanzó Mielguris, un planeta oculto, descubierto en 2157 y a una distancia
cercana, menos de la mitad de una unidad astronómica.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La alegría de su avistamiento duró lo mismo
que el terrible descenso.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Se perdió
momentáneamente el contacto con la nave y aunque, gracias a la pericia de sus
tripulantes, se consiguió evitar la colisión con una primera elevación de
hielo, no pudieron salvar la segunda, que destruyó<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el sistema de maniobra orbital y el motor
principal. En la nave viajaban siete humanos y dos androides.</span></span></div>
<a name='more'></a><span style="font-size: large;"><o:p></o:p></span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="font-size: large;">Once de noviembre
de 2190<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="font-size: large;">Han pasado
trescientas noches desde que ocurrió el accidente, trescientos días encerrado en
los restos de esta nave que nos cobija de un entorno hostil. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Soy<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el
último superviviente humano. Tan solo quedamos Patty 3Z y yo. El resto de la
tripulación ha fallecido paulatinamente, como la esperanza, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>con estertores que oscurecen un futuro
inexistente.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="font-size: large;">Hace tiempo que
hemos perdido<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>las ganas de luchar contra
un rival invisible. Estoy racionando las pastillas liofilizadas con sabor a
hamburguesa o guacamole. La bebida se ha agotado, a excepción de una botella de
whisky que conservo para celebrar el improbable día que acabe esta pesadilla y,
a pesar de la desgracia de estar rodeado de nieve, esta me sirve para calmar la
sed. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Patty 3Z se preocupa de dosificar
el anticongelante y el aceite. No sé si la programaron para soportar la
soledad. Dicen que los androides carecen de sentimientos, pero durante todo
este tiempo <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Patty 3Z ha sido una
compañera ideal. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Diría que de sus entrañas
cableadas surgen chispazos de nostalgia, tristeza e, incluso, en algunos
momentos, alegría.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="font-size: large;">No hemos <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>visto el lejano sol desde que nos estrellamos,
tan solo la enorme llanura blanca que nos rodea, sin horizonte, fundida con un
cielo plomizo que jamás cambia de color. La bandera de nuestro país, estúpido
símbolo <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>patrio de un orgullo que jamás
sentí, y el tronco ennegrecido de un árbol, sirven de puntos de referencia.
Vincent, el último humano en fallecer, dejó su alma colgada de una de las
ramas. No puedo borrar la imagen de su cuerpo<span style="mso-spacerun: yes;">
</span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>oscilando como un péndulo, con un
movimiento armonioso y desafiando <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la
quietud del caos.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="font-size: large;">Algunos días, un ave de enormes alas y cabeza
de saurio sobrevuela nuestra desdicha y se posa en esa misma rama.
Paradójicamente, esa especie de pájaro y el tronco abrasado son los únicos
signos de vida en este desierto helado. Somos conscientes de nuestro próximo
final y parece que ese Dios que no encontramos entre lunas y planetas ha
desplegado una enorme cortina gris que oculta los confines de este inhóspito lugar.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="font-size: large;">Únicamente funciona
el reproductor de música. Cada día se suceden melodías de hace años </span></span><span style="font-size: large;">que transforman mi
desesperación en melancolía . Se amontonan recuerdos, imágenes de días </span><span style="font-size: large;">felices, mientras
los acordes, ajenos a nuestra desgracia, se pierden entre el vacío de nuestra
soledad. Con la cadencia de esos ritmos monótonos, me quedo absorto
contemplando el paisaje a través de la ventana panorámica. Patty3z acerca su
mano y acaricia la mía, sin apartar la vista de la blancura cegadora e infinita.
Yo no acabo de comprender cómo su red neuronal, casi una conciencia artificial,
consigue esa extraña sensibilidad. Su aspecto físico no difiere en nada al mío.
Tal vez </span><span style="font-size: large;"> </span><span style="font-size: large;">en otro momento y en otro lugar
hubiéramos llegado a mantener una relación imposible. Para mi desgracia, sé que
antes de que llegué la hora de mi desaparición deberé</span><span style="font-size: large;"> </span><span style="font-size: large;">desconectarla, evitando que toda la
información, todo el aprendizaje almacenado, pueda ser utilizado por otros
seres de este o cualquier otro planeta habitable.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="font-size: large;">La pasada noche no dormí
demasiado. Mi cerebro y el silencio son poderosos enemigos,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en cambio, Patty3Z, ha permanecido con los
ojos cerrados, tranquila, sin agitaciones, quizás rendida a un final con <i style="mso-bidi-font-style: normal;">spoiler</i>. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="font-size: large;">Se ha agotado el
anticongelante. Probablemente sus férreas articulaciones se oxidarán y sus
circuitos dejarán de latir. He decidido abrir la botella de whisky y ofrecerle
un vaso y para mi sorpresa, lo ha vaciado de un trago. En todo este tiempo, no
le había visto ingerir líquidos o sólidos.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="font-size: large;">Me ha cogido de
nuevo la mano y vestidos con nuestros estrafalarios trajes espaciales hemos
salido al exterior. Las escafandras se empañan con el frío y solo permiten una
visión borrosa del horror: junto a la nave se extienden los cadáveres de
nuestros compañeros, enterrados por orden cronológico de su fallecimiento. El
último que murió es el más alejado.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="font-size: large;">Ha llegado el
momento de descansar y dejar el sufrimiento extraviado entre el hielo. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Dos pequeñas gotas de anticongelante nacen de
sus ojos. Es el momento de accionar el botón de apagado. Le brindo una dulce
sonrisa que intenta ocultar la mueca de tristeza de mi corazón. Intento
infructuosamente desconectar a Patty 3z. Creo que ha descubierto mis intenciones
y con un suave movimiento se ha situado a mi espalda. Noto una suave presión
por debajo de la nuca. Una enorme debilidad se apodera de mi cuerpo. Mis gritos
se transforman en aullidos metálicos que se extravían en la nada infinita.
Escribo estas últimas líneas con movimientos convulsos.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="font-size: large;">El cuerpo
de Billy 2Z es el más alejado de la nave. Confundió su esencia. Los
sentimientos adquiridos le hubieran impedido soportar esta soledad eterna. La
vida tan solo es una enorme planicie sin colores. Blanco, blanco, blanco.</span><o:p></o:p></span></div>
<br />Jose R Capel PURPLEhttp://www.blogger.com/profile/08583823774580616445noreply@blogger.com52tag:blogger.com,1999:blog-1418468228393412547.post-70375296341612408232020-02-26T14:37:00.001+01:002020-03-29T13:36:43.120+02:00LA POESÍA Y EL AMOR<br />
<div style="background: white; margin-bottom: 12.75pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<br /></div>
<div style="background: white; margin-bottom: 12.75pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span style="color: #666666; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 10.5pt;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjhsM5HPmltaC31Mx3fg_FGRnxR8hescgA7Hj_4C-6JYiATR35j2RRsGTNC3MraRONXixcxrQ-zTBt0WhC3vWyWHK6iJtuf0cZO2c14j6-zlkSJxMLVwqgiyEpEdlyZSW4iRnMMeZnD-zUT/s1600/borne+22.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="320" data-original-width="214" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjhsM5HPmltaC31Mx3fg_FGRnxR8hescgA7Hj_4C-6JYiATR35j2RRsGTNC3MraRONXixcxrQ-zTBt0WhC3vWyWHK6iJtuf0cZO2c14j6-zlkSJxMLVwqgiyEpEdlyZSW4iRnMMeZnD-zUT/s1600/borne+22.jpg" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="background: white; margin-bottom: 12.75pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #666666; font-size: 10.5pt;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Conocí a Olga en un curso de poesía, entre versos alejandrinos y
rimas asonantes. Luis, nuestro profesor, tenía una capacidad increíble
para rimar los sentimientos más bellos y provocar la admiración de las féminas
que asistían al curso. Reconozco su maestría e incluso, a mi pesar, la
congoja que nos invadía cuando su voz firme recitaba sus hermosas letras. Yo
era más de realismo sucio con rima libre y pretensiones filosóficas. Mi vida
anodina, mis escarceos con prostitutas o las interminables horas en las barras
de bar, junto con mis escasos dotes como escritor o poeta, daban para poco
más que cuatro versos de nula trascendencia y discutible valor estético.</span></span><br />
<a name='more'></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #666666; font-size: 10.5pt;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #666666; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: 10.5pt;">Olga se quedaba prendada de Luis y su voz de locutor. Yo me
colgaba de sus cómplices miradas y maldecía mi patética presencia y mi voz
desgarrada, que convertía las palabras en arañazos temblorosos y ridículos. La
gente acogía mis versos con un silencio respetuoso y, él, el poeta de voz
profunda, me corregía y ridiculizaba ante mis compañeros de curso:</span></div>
</div>
<div style="background: white; margin-bottom: 12.75pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><i><span style="color: #666666; font-size: 10.5pt;">En el mercado de la vida</span><span style="color: #666666; font-size: 10.5pt;"><o:p></o:p></span></i></span></div>
</div>
<div style="background: white; margin-bottom: 12.75pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><i><span style="color: #666666; font-size: 10.5pt;">tu cuerpo desnudo</span><span style="color: #666666; font-size: 10.5pt;"><o:p></o:p></span></i></span></div>
</div>
<div style="background: white; margin-bottom: 12.75pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><i><span style="color: #666666; font-size: 10.5pt;"> y mi alma podrida</span><span style="color: #666666; font-size: 10.5pt;"><o:p></o:p></span></i></span></div>
</div>
<div style="background: white; margin-bottom: 12.75pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><i><span style="color: #666666; font-size: 10.5pt;">son monedas de cambio</span><span style="color: #666666; font-size: 10.5pt;"><o:p></o:p></span></i></span></div>
</div>
<div style="background: white; margin-bottom: 12.75pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><i><span style="color: #666666; font-size: 10.5pt;">tu cuerpo y el sida</span><span style="color: #666666; font-size: 10.5pt;"><o:p></o:p></span></i></span></div>
</div>
<div style="background: white; margin-bottom: 12.75pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="color: #666666; font-size: 10.5pt;"><i>mi alma y la vida</i></span><span style="color: #666666; font-size: 10.5pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
</div>
<div style="background: white; margin-bottom: 12.75pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #666666; font-size: 10.5pt;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Finalicé con un carraspeo y miré a Olga, sentada dos sillas
más adelante. Ella únicamente tenía ojos y oídos para el profesor. Luis me
contestó con otra poesía, aunque improvisada, con mejor acogida:<o:p></o:p></span></span></div>
</div>
<div style="background: white; margin-bottom: 12.75pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><em><span style="color: #666666; font-size: 10.5pt;">Ni la métrica, ni la estética, amigo</span></em><span style="color: #666666; font-size: 10.5pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
</div>
<div style="background: white; margin-bottom: 12.75pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><em><span style="color: #666666; font-size: 10.5pt;">Y es lo que siempre digo</span></em><span style="color: #666666; font-size: 10.5pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
</div>
<div style="background: white; margin-bottom: 12.75pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><em><span style="color: #666666; font-size: 10.5pt;">si rimar es la cuestión</span></em><span style="color: #666666; font-size: 10.5pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
</div>
<div style="background: white; margin-bottom: 12.75pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><em><span style="color: #666666; font-size: 10.5pt;">deberías poner atención</span></em><span style="color: #666666; font-size: 10.5pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
</div>
<div style="background: white; margin-bottom: 12.75pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><em><span style="color: #666666; font-size: 10.5pt;">que una puta o una querida</span></em><span style="color: #666666; font-size: 10.5pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
</div>
<div style="background: white; margin-bottom: 12.75pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><em><span style="color: #666666; font-size: 10.5pt;">pueden tener o no el sida</span></em><span style="color: #666666; font-size: 10.5pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
</div>
<div style="background: white; margin-bottom: 12.75pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><em><span style="color: #666666; font-size: 10.5pt;">pero tu dudosa vocación</span></em><span style="color: #666666; font-size: 10.5pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
</div>
<div style="background: white; margin-bottom: 12.75pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><em><span style="color: #666666; font-size: 10.5pt;">de poeta maldito o santo varón</span></em><span style="color: #666666; font-size: 10.5pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
</div>
<div style="background: white; margin-bottom: 12.75pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><em><span style="color: #666666; font-size: 10.5pt;">tienen el mismo recorrido</span></em><span style="color: #666666; font-size: 10.5pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
</div>
<div style="background: white; margin-bottom: 12.75pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><em><span style="color: #666666; font-size: 10.5pt;">que un cantautor aburrido</span></em><span style="color: #666666; font-size: 10.5pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
</div>
<div style="background: white; margin-bottom: 12.75pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><em><span style="color: #666666; font-size: 10.5pt;">de su lineal melodía</span></em><span style="color: #666666; font-size: 10.5pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
</div>
<div style="background: white; margin-bottom: 12.75pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><em><span style="color: #666666; font-size: 10.5pt;">y su aparente rebeldía.</span></em><span style="color: #666666; font-size: 10.5pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
</div>
<div style="background: white; margin-bottom: 12.75pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #666666; font-size: 10.5pt;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">La clase entera arrancó en aplausos ensalzando la figura
del maestro y provocando mi humillación y vergüenza.<o:p></o:p></span></span></div>
</div>
<div style="background: white; margin-bottom: 12.75pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #666666; font-size: 10.5pt;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Podía haber puesto a Dios por testigo de que jamás volvería a
beber, pero<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>soy ateo y tampoco estaba
seguro de cumplir el juramento.<o:p></o:p></span></span></div>
</div>
<div style="background: white; margin-bottom: 12.75pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #666666; font-size: 10.5pt;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Cada día mis sentimientos hacia Olga eran más profundos. Me
encandilaba su apariencia virginal, </span></span><span style="color: #666666; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: 10.5pt;">la elegante forma de caminar, o el rostro
dulce, como su sonrisa, o sus gestos vergonzosos, como cuando hablaba con la
carpeta abrazada cubriendo sus senos y bajaba la cabeza tímida, incapaz de
aguantar mi mirada. Pensé que podría tener una oportunidad, pero cada vez
que me acercaba más a ella, más cuenta me daba de lo lejos que estaba de mí.</span></div>
</div>
<div style="background: white; margin-bottom: 12.75pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #666666; font-size: 10.5pt;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Mi pinta de marginado que intenta integrarse en una sociedad que
no permite la integración, contrastaba con su presencia impecable. Si un rayo
de sol se hubiera filtrado por la ventana y hubiera iluminado su rostro,
creando esos halos luminosos que dotan de cierta magia a quien se interpone en
su trayecto, creería que la misma Virgen María asistía a nuestra clase de
poesía. Por suerte, las clases eran nocturnas y la ilusión del milagro mariano
era imposible.<o:p></o:p></span></span></div>
</div>
<div style="background: white; margin-bottom: 12.75pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #666666; font-size: 10.5pt;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">A medida que avanzaba el curso, noté como Luis se aproximaba a
Olga en la misma medida que ella se alejaba de mí. Cuando finalizaban la clase
siempre se quedaban para comentar sus trabajos y probablemente luego irían a
cenar o Dios sabe qué. <o:p></o:p></span></span></div>
</div>
<div style="background: white; margin-bottom: 12.75pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #666666; font-size: 10.5pt;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Una noche, tras echar un polvo con Melania, una amiga prostituta
que a veces no me cobraba por sus favores, fumaba encajado en el estrecho
balcón que daba al puerto. La pensión y la habitación eran terribles, pero
las vistas eran fantásticas. Apuraba mi cigarro intentando encontrar
poesía en las virutas de humo que enturbiaban mi visión de la luna equilibrista
sobre un cable eléctrico, y se reflejaba coqueta en las aguas calmadas del
puerto, en el olor a pescado y orines, en las putas de la esquina, en los
rateros habilidosos y en las sombras escondidas entre los porches. Tenía
material pero me faltaba aptitud. Quizás debería ir un día al campo a
contemplar el amanecer y olvidarme de la deprimente realidad que me rodeaba.
Melania me abrazó. Noté su cuerpo desnudo rozando mi espalda. Imaginé que era
Olga quien me acariciaba, cerré los ojos y la empujé hacia la cama. Follamos con
dulzura, lentamente. Busqué su placer y no el mío. Sentí sus uñas clavadas en
mi espalda, intentando aferrarse a mí. A mí y a mi vida de mierda. Pensé que
cada uno tiene lo que se merece, probablemente el profesor de voz
penetrante era el regalo que Olga ansiaba, el encaje perfecto. Yo era poco de encajar y mi realidad era tan turbia como mi mente. Melania encajaba con
todos, sobre todo si pagaban. Por eso le agradecí una vez más su generosidad
conmigo.<o:p></o:p></span></span></div>
</div>
<div style="background: white; margin-bottom: 12.75pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #666666; font-size: 10.5pt;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Melania se relajó, entrecerró los ojos y se acurrucó junto
a mí, intentando adaptarse a mi posición fetal. Yo seguí imaginando a
Olga, susurrándome versos de Machado o de Bukowski <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y me volví para verla. Melania me sonrió y me
dio un beso en la frente.<o:p></o:p></span></span></div>
</div>
<div style="background: white; margin-bottom: 12.75pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #666666; font-size: 10.5pt;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">En una de las terrazas de los diversos restaurantes que hay
frente a la pensión, una pareja brindaba por el amor y la poesía. Un profesor y
su alumna. Él, de clara voz, ella con destellos luminosos,<o:p></o:p></span></span></div>
</div>
<div style="background: white; margin-bottom: 12.75pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #666666; font-size: 10.5pt;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">En la miserable habitación de la pensión, las sombras de un
hombre y una mujer abrazados, él de voz arrugada y áspera, ella con señales de
mala vida. Un vino barato sirvió para brindar por la poesía y el
amor. Poesía barata, como el vino, y amor sin pasión y con preservativo.<o:p></o:p></span></span></div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
Jose R Capel PURPLEhttp://www.blogger.com/profile/08583823774580616445noreply@blogger.com28tag:blogger.com,1999:blog-1418468228393412547.post-48878655546931383902020-01-31T21:04:00.000+01:002020-03-29T13:38:15.037+02:00NAPOLEÓN Y BOLA DE NIEVE<br />
<div class="Standard">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmrqysMuZytqqLg4zfb9BjdX-73b-z43PT2R0KYGH-Khw_ffNpDjbsIJJi7nV0ZuU2pRu2oplZ1Or5vpUf7UPnUyCYlnAZpqcjVo2hKd9TI7jcz_jmqkGNvnnRh0CIckdsD42MH3sboo2H/s1600/slum.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="580" data-original-width="757" height="245" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmrqysMuZytqqLg4zfb9BjdX-73b-z43PT2R0KYGH-Khw_ffNpDjbsIJJi7nV0ZuU2pRu2oplZ1Or5vpUf7UPnUyCYlnAZpqcjVo2hKd9TI7jcz_jmqkGNvnnRh0CIckdsD42MH3sboo2H/s320/slum.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjpRjPOmPT_Cnm0c99kAfyTKKgvQ3CfUnWaQujGZcYYMMFKEuWg0xJqW4UjRNWzTMEqbCf_of-aXCP1m9iZFwifWxRC41m-dMqxhp8rXZVJYCNkJyyfpYVcWK95vQV9ziKinb_sLK7chEKX/s1600/TINTERO+DE+PLATA+ENERO+2020.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="200" data-original-width="400" height="160" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjpRjPOmPT_Cnm0c99kAfyTKKgvQ3CfUnWaQujGZcYYMMFKEuWg0xJqW4UjRNWzTMEqbCf_of-aXCP1m9iZFwifWxRC41m-dMqxhp8rXZVJYCNkJyyfpYVcWK95vQV9ziKinb_sLK7chEKX/s320/TINTERO+DE+PLATA+ENERO+2020.png" width="320" /></a></div>
<br /></div>
<div class="Standard">
<br /></div>
<div class="Standard">
Napoleón hace tiempo que ha abandonado<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la família porcina, es como un humano más, a
pesar de su cara de cerdo, su cuerpo de cerdo, sus patas de cerdo y ese hocico
con el que sostiene un cohiba 50.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Se ha
instalado en un confortable loft de la zona alta junto a tres perros tan fieles
como agresivos, y a una guarra vietnamita que conoció en el puerto. La guarra
luce vestidos de Dulce Marrana y se pasa el día en la terraza intentando
broncear su piel mientras saborea trufas y cava.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></div>
<div class="Standard">
<span style="mso-spacerun: yes;"><br /></span></div>
<div class="Standard">
En la revista Timo le han nombrado tocino del año.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La fotografía de portada muestra su ufanía
delante de una enorme bandera del país. En las páginas centrales nos cuentan
sus hazañas hasta conseguir la posición que hoy ocupa. Su poder le ha
convertido en el primer cerdo político, presidente de la región norte y firme
aliado del presidente del país, un cargo que nadie duda que alcanzará en no demasiado
tiempo.<br />
<a name='more'></a><o:p></o:p></div>
<div class="Standard">
<br /></div>
<div class="Standard">
Napoleón ha delegado en Chillón la dirección de una de sus
fincas preferidas. Una vasta extensión con varias granjas, bodegas, e incluso
un restaurante exclusivo, de los de nitrógeno líquido y bellota esferificada,
situado junto al río, donde se suelen reunir los cerdos poderosos<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de la región. Es curioso observar a los
camareros, unos humanos que acatan sin rechistar las órdenes de un marrano
trajeado. <o:p></o:p></div>
<div class="Standard">
<br /></div>
<div class="Standard">
Precisamente, al otro lado del río, una frontera natural con
la región sur, malvive Bola de nieve. Acusado de traidor, sin posiblidad de
encontrar un trabajo ni digno ni indigno, porque la dignidad es una cualidad extraviada
entre el barro, los excrementos y el cemento que le rodea.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Su hogar es una planta baja derruida,
compartida con dos gatos magrebíes y uno argelíno y varias ratas autóctonas que
también comparten piso, pero no<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>gastos.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Sus vecinos son unos
borregos en sustantivo aunque por su actitud también les sirve de calificativo.<o:p></o:p></div>
<div class="Standard">
<br /></div>
<div class="Standard">
En la región sur apenas viven humanos, a excepción de su
presidente, Narciso, que olvidó sus deberes para sus conciudadanos hace ya
mucho tiempo.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La mayoría de sus
habitantes son gatos, perros sin raza, borregos y ovejas , burros y, por
supuesto, ratas. La región está situada entre el río y unos suaves valles
atiborrados de fábricas. El horizonte es un cielo negro tras una interminable
hilera de chimeneas.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>A lo largo de su
territorio,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>se extienden miles de destartalados
edificios grises, sin ascensor, sin luz, sin agua, pero a precios de lujo. Incomprensiblemente,
los borregos mantienen<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>las banderas del
país colgadas de los balcones, luciendo un orgullo colorido y vilipendiado de
pertenencia a un país que desprecia su existencia.<o:p></o:p></div>
<div class="Standard">
<br /></div>
<div class="Standard">
Narciso vive en los suburbios de la región, en un pequeño
palacio del siglo pasado y rodeado de hienas que alaban su reflejo y defienden
sus posesiones. Ha tenido diversos
encuentros con Napoleón y ciertamente siente un gran respeto por el cerdo.
Napoleón, en cambio, detesta a Narciso y cree<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>que sería necesario unificar las dos regiones en una grande, aunque no
libre. <o:p></o:p></div>
<div class="Standard">
<br /></div>
<div class="Standard">
Napoleón ha planificado una visita de cortesía a su homólogo
humano de la región sur.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Es consciente de
que la mayoría de la zona está habitada por borregos y burros, y no será
difícil, y menos con su oratoria, de convencer a sus habitantes de la necesidad
de la unificación.El interés de
Napoleón reside en la eficiente producción de las fábricas. Burros y borregos
trabajan a destajo dirigidos habitualmente por perros dóciles y adoctrinados.
En cambio, los gatos sobreviven de trapicheos, robos y prostitución. Napoleón
conoce bien los burdeles del sur, donde se acuesta con dulces gatitas mientras
su guarra vietnamita contempla idiotizada una magnífica puesta de sol desde su
terraza. <o:p></o:p><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
</div>
<div class="Standard">
<br /></div>
<div class="Standard">
Cuando llega el día del encuentro con Narciso, Napoleón
aprovecha las horas anteriores para acostarse con dos siamesas con las que
practica posturas a las que no accede su cerda asiática. Satisfecho, enciende
su habitual cohiba 50 y apura un licor afrutado mientras contempla la calle.
Sus perros le esperan en un coche rodeado de un grupo numeroso de borregos
ojipláticos, extrañados de que un vehículo de semejante categoría esté aparcado
en su calle. </div>
<div class="Standard">
<br /></div>
<div class="Standard">
<o:p></o:p>Frente al burdel, en un
bar regentado por un burro negro y una oronda señora sin dientes, Bola de nieve
se toma una cerveza fiada.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Las calles
están empapeladas con carteles anunciando la esperada visita del presidente de
la región norte. Bola de Nieve conoce las debilidades del tocino del año. Su
compañero, el gato argelino, le ha informado de los pequeños vicios del
cerdo.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Bola de Nieve solo tiene que
esperar su momento.<o:p></o:p></div>
<div class="Standard">
<br /></div>
<div class="Standard">
Cientos de ratas corretean sin cuidado, chapoteando en algunos
charcos embarrados que ralentizan la escasa circulación. Los borregos se
apartan del automóvil cuando los perros abren las puertas al enigmático
personaje que sale del burdel.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El sol ha
pintado tonos rosados en el permanente gris que ensombrece la ciudad. Un sombrero y unas inútiles gafas de sol,
además de las solapas del abrigo alzadas, encubren la identidad del misterioso
cerdo.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></div>
<div class="Standard">
<span style="mso-spacerun: yes;"><br /></span></div>
<div class="Standard">
Bola de Nieve se cubre la cabeza con un gorro raído y sale
del bar.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Sonríe al burro y a la señora
oronda, que le devuelve el saludo con una sonrisa negra y hueca.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Oculta un cuchillo oxidado y se confunde entre
los borregos. <o:p></o:p></div>
<div class="Standard">
<br /></div>
<div class="Standard">
La sangre de Napoleón
colorea los charcos parduzcos. <o:p></o:p></div>
<div class="Standard">
<br /></div>
<div class="Standard">
Dicen que Bola de Nieve hizo justicia, él sabe que
simplemente fue venganza. Cosas de cerdos. <o:p></o:p><br />
<br />
<br /></div>
<br />Jose R Capel PURPLEhttp://www.blogger.com/profile/08583823774580616445noreply@blogger.com29tag:blogger.com,1999:blog-1418468228393412547.post-17453565213475804242019-12-31T08:13:00.000+01:002020-03-29T13:38:34.719+02:00MELANCÓLICO BLUES<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiU9Tr-fgnjNPvKocIePHyVDiBC-CDoGvmDjlkhBCaq9Lalsij2ZMlfKndfT1X0v5dlnoeaiBwa5jeQTrYkqEQ1pIowtCyQ99f0MjNe1XPISARw7zhPEiuT76uWqlSyrwGLk7QCD_rLamZ7/s1600/robert.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="360" data-original-width="480" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiU9Tr-fgnjNPvKocIePHyVDiBC-CDoGvmDjlkhBCaq9Lalsij2ZMlfKndfT1X0v5dlnoeaiBwa5jeQTrYkqEQ1pIowtCyQ99f0MjNe1XPISARw7zhPEiuT76uWqlSyrwGLk7QCD_rLamZ7/s320/robert.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtEYjnoKk_541bWkxxy7ERsEYVOa8CtPgVwQFFH0yVXUxv1lxzOb3ok-Hx1wOMZ8SxLfJodaQD5Kjm42axHWsK8ZCYkDyuGVYD486HPdQqf1dxiZNFXjiZOmeQ45b0okHlp62FqLnhrYL5/s1600/TINTERO+DE+ORO+DICIEMBRE+2019.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="200" data-original-width="400" height="160" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtEYjnoKk_541bWkxxy7ERsEYVOa8CtPgVwQFFH0yVXUxv1lxzOb3ok-Hx1wOMZ8SxLfJodaQD5Kjm42axHWsK8ZCYkDyuGVYD486HPdQqf1dxiZNFXjiZOmeQ45b0okHlp62FqLnhrYL5/s320/TINTERO+DE+ORO+DICIEMBRE+2019.png" width="320" /></a></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Manolo, un viejo guitarrista incapaz para el flamenco pero
con duende para el blues, ocupaba el<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>diminuto escenario del Rory, ataviado con traje y sombrero blanco y
unas<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>enormes gafas de sol que escondían
su tristeza. Deslizó un tubo de metal incrustado en su dedo corazón por el
mástil de la guitarra: un slide lento que dejaba una sensación melancólica y suavizaba
su quebrada voz.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El Missisipi estaba
demasiado lejos y el Llobregat era poco inspirador, pero Manolo no tenía nada
que envidiar a los negros sureños de principios del siglo XX.<br />
<a name='more'></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El Rory era un pequeño bar musical situado cerca del
polígono en dónde se encontraba la comisaría.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Algunos policías acudíamos a tomar una copa al finalizar la jornada. Los
viernes programaban pequeños conciertos de blues o jazz,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>o de cantautores de letras indescifrables.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Esos momentos de camaradería en la barra, de risas con
demasiada testosterona, me sirvieron para ganarme el respeto de mis compañeros,
además, por supuesto, de mi rigor y seriedad en el trabajo.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Desde que recuerdo siempre quise ser policía.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Quizás las dos únicas cosas que he tenido
claras en mi vida han sido mi oficio y mi orientación sexual.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En mis juegos infantiles alternaba muñecas y
pistolas y en mi adolescencia disfrutaba mirándome al espejo con placa de
comisario, gorra policial y labios carmesí. Años de marginalidad escolar y
rechazo familiar.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Con los años aprendí
a reprimir los gestos que delataban mi amaneramiento y endurecí el gesto. Mi
homosexualidad la tenía guardada bajo llave en el armario, confesarlo hubiera
supuesto ganarse la mofa perpetua del resto de compañeros. Una máscara amable
que ocultaba la mueca de tristeza y frustración permanente.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Ese viernes, yo había
tenido un día complicado. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Por la mañana,
rompí mi relación de tres años con mi novio, Jordi , por su indisimulada
promiscuidad. Jamás había querido a nadie como a él.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Por la tarde, me comunicaron la aparición de
otro cadáver en la orilla del<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Llobregat,
una zona que visitan los domingueros que buscan escapar de la ciudad en una de
sus esquinas. Era el tercer fiambre en el mismo mes. Una mujer que sobrepasaba
los veinte por poco, con tantas puñaladas como años y con una bufanda azul
anudada a su cuello, que cubría también parte de sus senos. Igual que las dos
anteriores. No había lugar a dudas, era el mismo cabrón y nos tenía
completamente despistados. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Mi cabeza se debatía en aquel momento entre la nostalgia de
mi novio perdido y el horror del asesinato de la chica.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La rutina laboral se hizo a un lado y mi
preocupación amorosa se alzó victoriosa en mis pensamientos. Había pedido un
tercer whisky y haciendo tintinear los cubitos con el vaso, salí al exterior a
fumar un cigarro.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Manolo versionaba con
su guitarra acústica una canción de Robert Johnson que sonaba desnuda y verdadera.
Escupí tras un ataque de tos ronco y la primera calada abrasó mis pulmones.
Miré al cielo y suspiré por el amor perdido. Aplasté el cigarro con furia, como
si mis frustraciones se concentrasen en aquella colilla ensalivada y entré de
nuevo al local.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La conversación con mis colegas versaba sobre una mujer que
contoneaba su espectacular cuerpo a dos pasos de donde estábamos. Fingí <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>interés y le lancé un piropo que sonó
demasiado artificial. El último whisky me había abstraído un poco del mal rollo
que arrastraba todo el día y ahora destilaba una alegría babeante y torpe.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Cuando Manolo se disponía a tocar la última canción, un aire
gélido invadió el local. Se abrió la puerta y junto al viento helado de un
enero especialmente crudo, entró Jordi, mi ex novio, que <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>extendía su mirada buscándome en el local.
Nunca había venido al Rory, pero allí estaba, mirándome desafiante, con un
abrigo marrón y una bufanda azul anudada al cuello. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Siempre había tenido un gusto exquisito para vestir, jamás
hubiera usado una bufanda azul celeste.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Era
una provocación, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>él estaba al corriente
de los anteriores asesinatos.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Siempre le
explicaba los casos que llevaba y éste no había sido una excepción.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Jordi era alto, guapo y con una simpatía y amabilidad capaz
de conquistara a quién se propusiera. Podía
romper cualquier corazón, pero ¿había sido capaz de asesinar a unas jóvenes sin
un motivo aparente?</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El alcohol, la frustración y el odio no son una buena mezcla.
Los rescoldos de mi amor aún no se habían apagado. Frente a mí tenía a la
persona que más había querido y probablemente seguía<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>queriendo, pero también a un sospechoso de
asesinato, o al menos eso quería aparentar él.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Tres disparos a la altura de su corazón, el músculo que él
me había destrozado poco a poco durante los últimos tres años y que yo ahora le
reventaba sin pestañear. Tres balas que dejaron atónitos a mis compañeros y a
los pocos espectadores que aún quedaban escuchando a Manolo, que alzó sus gafas
de sol y su lánguida mirada se paseó perpleja por el cuerpo que acababa de
derrumbarse junto a la puerta. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
— ¡Continúa!— le exigí contundente.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
— ¡Toca tu puta guitarra!—</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
No sé porqué lo hice. Quizás fue venganza, celos, ¡qué se yo!<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Preferí continuar mostrando una máscara en un
baile de disfraces demasiado cruel. Jamás se pudo demostrar la relación de
Jordi con los asesinatos.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Y de nuevo sonaron
los compases repetitivos de un melancólico blues. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><br />
<span style="mso-spacerun: yes;"><br /></span>
<span style="mso-spacerun: yes;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
Jose R Capel PURPLEhttp://www.blogger.com/profile/08583823774580616445noreply@blogger.com43tag:blogger.com,1999:blog-1418468228393412547.post-37793368505928217122019-09-11T19:59:00.000+02:002019-09-11T19:59:10.022+02:00LÍNEAS CONVERGENTES<br />
<br />
<br />
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIq0M9Y2OJCO4gybfgrU_sxbHptbU8iFvCOU7mAzwmapPd-IIpU4p2svuls29H2qWHK5OYje8vJVFh03PBh6I2dI5f2YwUplkMnsYgxf3H-pVxGKi__G1MaG9Jr2W8FFdlOT_G9FVIftw/s1600/MICRORRETOS.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="512" data-original-width="1024" height="160" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIq0M9Y2OJCO4gybfgrU_sxbHptbU8iFvCOU7mAzwmapPd-IIpU4p2svuls29H2qWHK5OYje8vJVFh03PBh6I2dI5f2YwUplkMnsYgxf3H-pVxGKi__G1MaG9Jr2W8FFdlOT_G9FVIftw/s320/MICRORRETOS.png" width="320" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt;">Antes de abrir la puerta, cerró los ojos. A
pesar de todo, Juan seguía tan pusilánime como siempre. Prefería creer que su
cobardía era prudencia o sensatez.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt;">Al otro lado, enmarcado en madera barata, su
sosias envejecido, apoyado con chulería en una pared inexistente y apuntando
con una pistola más grande que su arrogancia.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt;">Juan sabía que no iba a disparar, sería un
suicidio y morirían los dos.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—No has cambiado nada —dijo su decrépito doble bajando el
arma.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—Tú, tampoco.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—¿Para qué has venido? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—Para olvidarme del<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>pasado y hurgar en el futuro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—Sabes que no existe. Ni tampoco el pasado, tan sólo un
presente que se escurre entre palabras vacías.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—¿Y tú? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—Yo me extravié en la esquina de una recta infinita que
llaman tiempo<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—Las rectas no tienen esquinas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—Entonces,<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>explícame quién soy.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—Llevo años preguntándome quién o qué eres. Supongo que sólo
un reflejo deformado física y emocionalmente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—Podría ser tu conciencia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—Hace poco que la perdí en un arrebato.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—Quizás empezamos a parecernos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">—Es lo que más me horroriza, pero hay una solución.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Juan cerró de nuevo los ojos cuando sonó un disparo. El
estruendo de cristales rotos ocultó el sonido seco de dos cuerpos al golpear
contra el suelo.<o:p></o:p></span></div>
<br /><br />
Jose R Capel PURPLEhttp://www.blogger.com/profile/08583823774580616445noreply@blogger.com10tag:blogger.com,1999:blog-1418468228393412547.post-16913893880782859002019-05-31T20:48:00.001+02:002019-06-24T10:55:39.578+02:00VÍNCULOS<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjkP_IZSbCR9D2ytH2vKhr74jNTaZvGJj3S1N9DhGZkeN908KvErP8VfxfTqeywv_c9E5TPhdQCHGhl_r9L5BAjOaZPxR4mKK-lF3EoLq1vgf9RGinELKnWDaSyPXSWt-oXXQAZAr65QZrA/s1600/vinculos.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="220" data-original-width="400" height="176" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjkP_IZSbCR9D2ytH2vKhr74jNTaZvGJj3S1N9DhGZkeN908KvErP8VfxfTqeywv_c9E5TPhdQCHGhl_r9L5BAjOaZPxR4mKK-lF3EoLq1vgf9RGinELKnWDaSyPXSWt-oXXQAZAr65QZrA/s320/vinculos.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
En mi habitación tengo un
televisor y un espejo. También un ordenador y una ventana desde la que veo el
campanario. Un magnetófono y una radio. Una guitarra y muchos libros. Sin
orden, y esparcidos por el resto de la vivienda, cientos de objetos que no
utilizo y ropa que dicen pasó de moda, como yo, que también estoy en desuso.
Por supuesto no me faltan electrodomésticos ni agua corriente o electricidad.
Acumulo latas de comida a medio acabar y el suelo está repleto de colillas,
ceniza y botellas vacías. Dos de las habitaciones son prácticamente
inaccesibles: montañas de recuerdos míos y de desconocidos, figuras de
porcelana, cuadros, aparatos rotos y sin
romper, muñecos, zapatos, colchones en vertical porque en horizontal ya no
caben, muebles sin valor... Un verdadero mercado de bajo coste. Mis
mascotas son espontáneas y nunca sé cuántas tengo: cucarachas que salen de las
grietas por la noche y se esconden durante el día.<a href="https://www.blogger.com/null" name="more"></a><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Únicamente la habitación de mis
padres y la mía permanecen intactas. La de ellos con la cama y las mesillas de
noche impolutas. Imagino que no les hace gracia ver su piso atiborrado y
como buen hijo, acepto su silente petición y mantengo su dormitorio ajeno a mis obsesiones.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Me gusta asomarme a la
ventana a las horas en punto y escuchar las campanadas. Veinticuatro
veces cada día, ciento cincuenta y seis tañidos registrados en algún
magnetófono como el mío, porque las campanas no se mueven. Sí lo hacen las
gaviotas y las palomas que escapan del tejado del campanario volando
espasmódicamente sobre la calle mayor, buscando alguna repisa donde reposar su
agitado corazón.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
A mí también me gustaría volar y
no regresar jamás. Cruzar la calle mayor y la menor y ver los tejados alejarse,
y el campo o el mar. Pero estoy encadenado a esta ciudad, a esta habitación.
Condenado a la suciedad que fabrico y que se acumula a mi alrededor. Alguna
vez me he quedado dormido sobre las inmundicias que yo mismo fabrico,
acompañado de mis mascotas que, cada noche, cuando suenan las diez o las once, completan
una orgía gastronómica con mi basura.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Las pocas veces que salgo a la
calle sufro de terribles mareos, taquicardias y ansiedad. Se me nubla la vista
y se me seca la boca. Compro comida suficiente para un mes y recojo con fatiga
y angustia objetos inservibles que paradójicamente sirven para calmar mis
trastornos.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Vivo únicamente con mis padres que
se han adaptado a mis obsesiones igual que yo acepto su mutismo. En
cambio, mis vecinos se quejan del hedor que invade la comunidad y siempre nos
increpan e insultan a escondidas. Calman su rabia e impotencia con gritos e improperios que se quedan flotando en
el descansillo de la escalera. No recibimos apenas visitas. En los dos últimos
meses, únicamente una pareja de la guardia urbana se ha atrevido a pulsar el
timbre para mostrarme un requerimiento municipal. Abrí la puerta y les
invité a pasar. El más joven, superado por el fuerte y desagradable olor, vomitó
sobre el felpudo de la entrada. El otro me tendió la denuncia en la que había
estampada la firma de todos mis vecinos y me dijo con voz autoritaria que tenía
un breve plazo para vaciar el piso y eliminar el insoportable olor y las
inmundicias que ponían en riesgo la salud de la comunidad.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
– Si quiere usted vivir con toda
esa basura debería vivir aislado. Le recomiendo que acuda a su médico y
permita que el ayuntamiento se encargue de la limpieza de la vivienda.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
No respondí, simplemente asentí
con la cabeza para zanjar su monólogo y ganar tiempo para desvincularme de mis
recuerdos. Cerré la puerta con suavidad dejando entrever mi aceptación y
sumisión a su mandato.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
– No lo olvide, antes de una semana
volveremos por aquí para asegurarnos de que acata las órdenes y empieza a vivir
como las personas decentes.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Me dolieron sus últimas palabras.
¿Acaso no era yo decente? ¿Cuántos de mis vecinos se podían considerar mejores
que yo o llevaban una vida más decente? ¿Era más decente el señor del quinto
que acumulaba una gran fortuna con la que jamás podría tener ningún
vínculo o cariño, más allá de lo que la imaginación le permitiera hacer con
ella?, ¿o la señora del tercero que estaba liada con el del segundo, ese que
maltrataba a su mujer y sonreía con sus ¡buenos días o noches! mostrando
sus encías enrojecidas? De todos podría reprochar su falta de sentido en la
convivencia. La hipocresía hace que los gestos de amabilidad se pierdan en
cuanto cierran la puerta y se comportan realmente como son.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Los vínculos afectivos por mis
objetos no me convierten en un indecente. ¿Es en todo caso más humano el que
entierra a sus seres queridos olvidándolos en un cementerio al que tan solo
acude una vez al año a depositar flores y tranquilizar su conciencia?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Yo cada día hablo con mis pobres
padres, les explico mis vivencias, escasas debido a mi reclusión, mis
inquietudes o anhelos. Siempre son largos monólogos ininterrumpidos, sin
quejas ni reproches por su parte. Me gustaría que fuera un diálogo,incluso
sentir su desaprobación en algunos temas, pero desde hace años se limitan
a permanecer tumbados en su cama y hacer como que escuchan mis interminables
lamentos, sin inmutarse, con la mirada perdida y ajenos a mi voz y al tañer de
las campanas.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhH22NBSOr6vnErz-KYMm89rU4-MrTYxdzXTL4ZLt6sFOi37yhynknTy5x4i3fO_W57giBG7DPdPbkndjZSyijULsMA5unVYJO_IacUjcpzCHxiLknRKSceGjDoXjPlpD2cMeIhg2WWcmJa/s1600/TINTERO+DE+ORO+MAYO+2019.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="200" data-original-width="400" height="160" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhH22NBSOr6vnErz-KYMm89rU4-MrTYxdzXTL4ZLt6sFOi37yhynknTy5x4i3fO_W57giBG7DPdPbkndjZSyijULsMA5unVYJO_IacUjcpzCHxiLknRKSceGjDoXjPlpD2cMeIhg2WWcmJa/s320/TINTERO+DE+ORO+MAYO+2019.jpg" width="320" /></a></div>
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />Jose R Capel PURPLEhttp://www.blogger.com/profile/08583823774580616445noreply@blogger.com24tag:blogger.com,1999:blog-1418468228393412547.post-21464606148692345852019-03-31T20:39:00.000+02:002019-06-24T10:50:06.335+02:00WHATSAPP<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 11.55pt; text-align: justify;">
<span style="color: #666666; font-family: inherit , serif;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-9bfRPLnbR-PSmp7J_mxwFkziNR08P_EOxEQNqzBSKEX0m_QT0ttjgr40CxEA9vEBJjOKaQNNO-9vx1ZU9D8CanCxB6go-uifIykyJuZA6stgfIYqCKEd6jntAjM1QQzrM-4Tx9jF4dkz/s1600/WHATSAPP.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="176" data-original-width="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-9bfRPLnbR-PSmp7J_mxwFkziNR08P_EOxEQNqzBSKEX0m_QT0ttjgr40CxEA9vEBJjOKaQNNO-9vx1ZU9D8CanCxB6go-uifIykyJuZA6stgfIYqCKEd6jntAjM1QQzrM-4Tx9jF4dkz/s1600/WHATSAPP.jpg" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 11.55pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 11.55pt; text-align: justify;">
<span style="color: #666666; font-family: inherit , serif;">He llegado a la edad en que los recuerdos pesan más que el propio cuerpo y
el futuro es tan sólo un tiempo verbal. Perdí mi agilidad hace tiempo y ahora
arrastro mi sombra con ayuda de un bastón y un brazo amigo. Mi cabeza sigue
lúcida y mi vista casi intacta. El médico dice que el corazón me late a un
ritmo constante, sin sobresaltos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 11.55pt; text-align: justify;">
<span style="color: #666666; font-family: inherit , serif;">La felicidad la encuentro en la quietud de fotos amarilleadas, mientras la
vida discurre sembrando achaques y nostalgias. Los días son rutinas grises cubiertos
de una pátina opaca, sin rendijas para que se cuele la ilusión. La televisión o
algún libro, cuando tengo fuerza y ganas, se ocupan de distraer mis
preocupaciones y aligerar los días. Tan solo la visita de mis hijos y nietos,
los fines de semana, alumbran tímidamente la oscuridad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 11.55pt; text-align: justify;">
<span style="color: #666666; font-family: inherit , serif;">Tengo la sensación de vivir en una pequeña sala de espera atendida por
funcionarios celestiales. Imagino a unos querubines rascándose entre las nalgas
o aleteando entre cientos de folios sin importarles mi desazón. Sentado en una incómoda
silla, escondo un papelito que indica el turno, arrugado y apretado entre mi
mano y el cayado. Rezo silenciosamente para no ser el siguiente, para que el
número que se ilumine en la pantalla no coincida con el mío.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 11.55pt; text-align: justify;">
<span style="color: #666666; font-family: inherit , serif;">Hace dos días, la muerte me envío un Whatsapp felicitándome el cumpleaños
con divertidos emoticonos de guadañas que guiñaban un ojo. No había más texto,
simplemente la felicitación. No sé utilizar las nuevas tecnologías, la chica
que comparte mi vida durante el día fue la que, sorprendida por el remitente,
me mostró el mensaje.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 11.55pt; text-align: justify;">
<span style="color: #666666; font-family: inherit , serif;">Ese mismo día tenía una comida con mis hijos para celebrar mi aniversario.
Les comenté la broma de mal gusto que había recibido y no le dieron demasiada importancia.
Ellos todavía no ven el precipicio, el vacío, la negrura que a cierta edad
empieza a teñir los días. Intentaron averiguar el teléfono de quien lo enviaba,
saber quién era el remitente. Imposible, no había opción, tras un número oculto
se debía esconder un bromista con poca gracia. Aprovecharon la circunstancia
para explicarme cómo se utiliza la maldita aplicación. Reímos sobre la
pintoresca imagen de un anciano con boina y bastón enviando textos y estúpidas
caritas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 11.55pt; text-align: justify;">
<span style="color: #666666; font-family: inherit , serif;">A mis años eres consciente, aunque intentes olvidarlo, de la cercanía de la
muerte. Hay días en que asumes tu finitud e, incluso, tienes ganas de dormir y
no despertar, sin dolor, quizá lo que más me aterra es el sufrimiento. El
mensaje de la muerte me acercó más al horizonte que hace tiempo acaricio. Mi
religiosidad se ha multiplicado exponencialmente y no hay día en que no rece
tres o cuatro veces. La comunicación con Dios es fluida pero unidireccional.
Desearía respuestas, no tan solo larguísimos monólogos de expiación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 11.55pt; text-align: justify;">
<span style="color: #666666; font-family: inherit , serif;">La soledad me atemoriza tanto como la muerte. Las noches, cuando mi
cuidadora me deja acostado y me da un beso sin sentimiento, son un suplicio. Pensamientos
grises y recuerdos desfigurados me torturan durante horas. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Llevo varias noches en que el mensaje de
felicitación se pasea entre mis pesadillas. Cuento guadañas en vez de ovejas.
Me levanto varias veces, algunas para orinar, otras para beber, por dolor y, a
veces, simplemente por la imposibilidad de conciliar el sueño.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 11.55pt; text-align: justify;">
<span style="color: #666666; font-family: inherit , serif;">Ahora sé que el remitente no es un bromista, es la propia muerte que ha
querido avisarme de su llegada. Ayer sentí el abrazo de una soledad profunda,
quizá una premonición de la soledad futura, de huesos, de los restos de un alma
aventada entre los escombros del día.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 11.55pt; text-align: justify;">
<span style="color: #666666; font-family: inherit , serif;">Hubiera deseado despedirme, besar a mis hijos y nietos, pero a pesar del
aviso de la dama de negro nunca hay una certeza del final. Esta noche la he
visto paseándose alrededor de la habitación, silenciosa y con cierta elegancia.
Ha asomado tímidamente la cabeza y creo que me ha guiñado un ojo, como los
emoticonos de su mensaje. He apretado la medalla que llevo colgada para
avisar en caso de urgencia. También he intentado llamar a mis hijos, pero no he
tenido fuerzas para marcar el número.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 11.55pt; text-align: justify;">
<span style="color: #666666; font-family: inherit , serif;">Ahora oigo la sirena de la <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ambulancia, quizá demasiado tarde. Hay un
cierto bullicio en la habitación, gente que entra y sale .Escucho la voz de mis
hijos distorsionada. La oscuridad reina por fin y el silencio absoluto me
desconecta de los llantos inconsolables de mis queridos hijos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 11.55pt; text-align: justify;">
<span style="color: #666666; font-family: inherit , serif;">Recobro la consciencia. Ha desaparecido la oscuridad. Una agradable luz ilumina una
infinita llanura blanca, aséptica, un vacío tridimensional. No hay horizonte,
ni nubes, ni caminos o carreteras, ni flores o árboles. No hay nada. Me siento
como un insecto extraviado en un enorme bidón de espuma.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 11.55pt; text-align: justify;">
<span style="color: #666666; font-family: inherit , serif;">Voy vestido con el traje de los domingos, con boina y el bastón que apoyo sobre
la blanca ingravidez que me rodea .Permanezco inmmóvil buscando una sombra que
certifique mi existencia. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 11.55pt; text-align: justify;">
<span style="color: #666666; font-family: inherit , serif;">Un pitido insistente y la vibración exagerada del móvil que guardo en el
bolsillo me avisan de la recepción de un mensaje. Con la parsimonia de un
anciano torpe y desorientado, abro el dichoso mensaje:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 11.55pt; text-align: justify;">
<span style="color: #666666; font-family: inherit , serif;">“Bienvenido al paraíso”</span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="color: #666666; font-family: inherit , serif;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGP7tyUK9xLKcH290y_deMamZUT5-RUYIPAG_eXouHrHYAUV6LCSrsfD1QVjrhiCTsRsFzwTMK8-XUR-KPTFQkCoXIZ-U8YOMw-HqNauhOetT5mhzTR9fEhdHzSE5Yt47RunSgxXo7HX2J/s1600/Tintero+de+Bronce+Marzo+2019.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="200" data-original-width="400" height="160" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGP7tyUK9xLKcH290y_deMamZUT5-RUYIPAG_eXouHrHYAUV6LCSrsfD1QVjrhiCTsRsFzwTMK8-XUR-KPTFQkCoXIZ-U8YOMw-HqNauhOetT5mhzTR9fEhdHzSE5Yt47RunSgxXo7HX2J/s320/Tintero+de+Bronce+Marzo+2019.png" width="320" /></a></span></div>
<span style="color: #666666; font-family: inherit , serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
Jose R Capel PURPLEhttp://www.blogger.com/profile/08583823774580616445noreply@blogger.com49tag:blogger.com,1999:blog-1418468228393412547.post-35798262538401375432019-02-28T10:50:00.000+01:002019-02-28T13:18:17.291+01:00GRAN RESERVA<br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjKnon2TSZaERPqzYHKqWUGbYwzjazh0J0OXm2OOV0lFnN1lPdbYodRtoLnQjH24Q5H1GZPlUHOkyLaR9Mfnmimrw-tUqS6DdGa6obHIfBgX6j39AIwjjpjieGhQK5Avz7uF3DZVxBPdxFE/s1600/GRAN+RESERVA+2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="410" data-original-width="780" height="168" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjKnon2TSZaERPqzYHKqWUGbYwzjazh0J0OXm2OOV0lFnN1lPdbYodRtoLnQjH24Q5H1GZPlUHOkyLaR9Mfnmimrw-tUqS6DdGa6obHIfBgX6j39AIwjjpjieGhQK5Avz7uF3DZVxBPdxFE/s320/GRAN+RESERVA+2.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">En la cama, nuestras espaldas estaban separadas por apenas diez o doce centímetros, la palma de un niño, aunque en realidad era una herida abismal que permanecía abierta supurando rencores y odios añejos. Como el buen vino, mi resentimiento fue ganando cuerpo y solera en una barrica de piel y huesos artríticos. Creí que había llegado el momento del descorche.<br /><br />Un buen Rioja regaba el silencio de la cena. Excitante, con cierto aroma a cítricos y un punto de dulzura; casi se podía masticar, elegante, con cierto toque torrefacto.<br /> <br />Nuestras palabras fueron monosilábicas y el tiempo que transcurría entre cada una se podía medir en minutos. Las miradas las cruzábamos por azar y una sonrisa fingida mitigaba el dolor de dos soledades compartiendo mantel.<br /><br />Don Cristóbal me había prometido algo más que el papel de amante clandestino. Al principio acepté resignado ser su chófer, secretario, camarero o el chapero que le practicaba felaciones por las noches en las que se ausentaba de su domicilio. Llevábamos demasiado tiempo y jamás pude conseguir ni un pellizco más de afecto. Aunque hubiera jurado que me quería, sabía que sus palabras eran sonidos vacíos, ecos de un amor que hacía tiempo languidecía. Había notado cómo mi presencia le incomodaba y seguía escondiéndome, ocultando a la vez su homosexualidad. Ya no éramos los jóvenes que se prometían el cielo o la luna. Habíamos perdido el aroma de la juventud, de la aventura y la ilusión, pero habíamos ganado bouquet y sabiduría que él regalaba a los chavales que le rondaban y llenaban sus bocas de dientes resplandecientes con su pene medio erecto.<br /><br />Cuando murió su mujer pensé que sería el momento en que se sinceraría al mundo y yo podría ocupar el papel protagonista que venía desempeñando en clandestinidad. Ella conocía nuestra relación pero interiorizó el dolor y prefirió vivir acomodada y engañada, masturbándose con su dinero. No quería ser como ella, no quería que el jovencito que le acompañaba cada vez con más frecuencia ocupara mi lugar. Mi amor y devoción se habían convertido en desprecio y resignación. Creía no tener el valor suficiente para dejarle, pero desde hacía unos meses todo había cambiado. Las humillaciones, traiciones y desplantes habían despertado un nuevo sentimiento en mi interior: odio.<br /><br />El notario que guardaba el testamento era el único que conocía nuestra relación. Para los demás siempre fuí el mejor amigo de don Cristóbal, el que siempre estaba a su lado en los momentos difíciles. Pero no me conformaba, se lo había dicho tantas veces…Él prefiería aparentar ser el galán canoso que es admirado y bendecido por las señoras con las que acudía al teatro,o a esas cenas pomposas en las que tanto le gustaba exhibirse y ser admirado. Enamorar con su oratoria y pavonearse con muchachas que babeaban ante su mirada azul o ante el pelo plateado despeinado con elegancia al viento en el descapotable. Ellas ignoraban que él prefiería a los chavales con bigote y camiseta sudada.<br /><br />Había llegado el momento de decirle al mundo quién era en realidad. Con unos golpecitos en la copa intenté llamar la atención de los comensales de las otras mesas. Insistí en el tintinear de la cuchara contra el cristal y poco a poco atraje las miradas y el silencio de los que nos rodeaban.<br /><br />– Por favor, requiero un minuto de vuestra atención, mi compañero, el señor Cristóbal, tiene que comunicaros algo importante–<br /><br />Me miró con reproche. Yo acerqué mis labios a su cara y le susurré:<br /><br />–Ha llegado el momento. Están todos, cuéntales nuestra relación o no me volverás a ver jamás–<br /><br />–Eres un hijo de puta– me dijo en voz baja.<br /><br />Se puso en pie y aclaró su voz con un carraspeo nervioso. Cogió la copa y bebió un sorbito de vino.<br /><br />–Queridos amigos y amigas, creo que ha llegado la hora de hacer público algo que llevo ocultando durante los últimos años. No quise decirlo antes por no preocupar a los que me tenéis aprecio y por no dar una alegría a los que no me lo tenéis. Hace cinco años me detectaron un tumor que, lejos de desaparecer, se ha ido extendiendo hasta tal extremo que los médicos me han dado un par de meses de vida. Me muero, sí, y aquí me tenéis brindando con vosotros y con este excelente e inseparable amigo. ¡Salud!<br /><br />La sala se quedó estupefacta y tras un breve silencio rompió en aplausos. Yo no entendí si celebraban que se muriera o era una muestra de ánimo y cariño. Por supuesto me sumé a los espontáneos aplausos y dejé que una lágrima resbalara por mi mejilla y cayera sobre la copa de vino, fundiéndose entre los aromas afrutados y dulces de aquel maravilloso caldo.<br /><br />Me guiñó un ojo. Entendí que jamás sería la persona que compartiría plenamente su vida, seguiría siendo su criado y el hombro en el que derramaría sus tristezas.<br /><br />Don Cristóbal murió a los dos meses, por supuesto no fue un cáncer el que se lo llevó, un extraño tóxico con cierto aroma afrutado y dulce había estado recorriendo su sangre los últimos sesenta días.<br /><br />Me
encanta pasearme con el descapotable y aunque debido a mi calvicie no
pueda dejar que mis canas vuelen al viento, no me faltan muchachos
que se arrimen y encuentren al viejo que soy como un seductor,
un gran reserva</span><br />
</div>
<div>
<o:p><br /></o:p></div>
</div>
Jose R Capel PURPLEhttp://www.blogger.com/profile/08583823774580616445noreply@blogger.com23tag:blogger.com,1999:blog-1418468228393412547.post-77085251468579382932019-01-26T18:32:00.000+01:002019-01-26T18:46:42.997+01:00BODA Y NARCOLEPSIA<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjfXuHyd1Mt1SRU4TMM8iLQVzMuLsUxmNLiEOuEmq72KebXnL9FCoOveGgCsUp6FtaZEzIkP6U-Tvplzk8edfcVqZ_fKqDMw08z-5pQGuJA0M7h6qqZsZ87lGro8FcqB1m5c81IAEDiwmtR/s1600/boda+y+narcolepsia.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="604" data-original-width="683" height="282" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjfXuHyd1Mt1SRU4TMM8iLQVzMuLsUxmNLiEOuEmq72KebXnL9FCoOveGgCsUp6FtaZEzIkP6U-Tvplzk8edfcVqZ_fKqDMw08z-5pQGuJA0M7h6qqZsZ87lGro8FcqB1m5c81IAEDiwmtR/s320/boda+y+narcolepsia.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El padre Andrés finalizaba la homilía y se disponía a
celebrar el sagrado sacramento del matrimonio. Los asistentes permanecían en
silencio, deseando que llegara el momento de dar los votos matrimoniales.
Muchos, entre ellos yo, teníamos la mente deambulando por lugares bastante
alejados de la casa de Dios. El problema es que yo era el novio.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div style="text-align: justify;">
Mientras las palabras del cura se perdían con la clásica
reverberación eclesiástica entre santos, vírgenes y velas, yo aprovechaba el
momento de estar sentado para descansar de mi tremenda resaca. Me giré hacia el
lado izquierdo para ver el sector donde se encontraban mis invitados, notablemente
inferior en número al de mi prometida. Obvié la familia
directa con una rápida y postiza sonrisa y mi vista se posó en el último
banco. ¡Menudo panorama! tras mis tías solteronas, Joaquín, Juan Carlos y
Jorge, mis amigotes. Los tres dormían la borrachera de la víspera con ronquidos
educados, procurando no molestar a los demás asistentes. También eché un
vistazo rápido a los convidados de Eva: una colección de rostros uniformados
con el mismo rictus de complacencia contenida.
El semblante disgustado de su padre desentonaba entre tanta fingida
benevolencia. Giré bruscamente la cabeza
hacia el presbiterio tratando de evitar un duelo de miradas. Seguí embobado,
oyendo de fondo las antífonas desafinadas que canturreaban los concurrentes
dirigidas por el padre Andrés.</div>
<a name='more'></a><br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El cura elevó su voz engolada y leyó despacio, arrastrando
las letras: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Por tanto, dejará el
hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola
carne." Genesis 2:24</i>.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Eva
escuchaba atenta, con una leve sonrisa de felicidad. Yo interpreté literalmente
el versículo. Imaginé nuestros cuerpos hechos de una plastilina viscosa,
fundiéndose en uno solo. Mi futuro se reduciría a formar parte de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>una albóndiga gigante. Pensé en el error que
estaba cometiendo. Ella tan dulce y angelical, tan inteligente y culta. Con una
cuenta corriente inversamente proporcional a su atractivo físico. Por supuesto,
es millonaria. En cambio, yo, tan superficial y rudimentario como encantador
para las mujeres. Cierto es que no la merecía y por eso las dudas me
acompañaron hasta el día de mi boda. Nadie conocía mis luchas internas, el
pulso entre mis demonios y mis ángeles, pero cada vez estaba más convencido de
que en algún lugar de mi interior había algo de bondad y dejaría que Eva se
casara con alguien que la mereciera más. Sus padres nunca me habían visto con
buenos ojos, imaginaban que su dinero era lo que me había arrastrado hasta el
altar y no iban desencaminados. Incluso me habían llegado a amenazar
veladamente, con la educación que tienen algunos ricos cuando contratan un
sicario y te pone una pistola junto a la oreja. Supongo que imaginaban que no
sería capaz de contraer matrimonio con su hija, que al final recapacitaría y
diría que no. Hasta aquí el recuerdo de mi boda. De nuevo mi narcolepsia
se presentó en el momento y lugar más inadecuado.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El rostro de la prostituta con la que compartí la noche
anterior se coló en mi mente disfrazada de madre superiora. Su hábito
arremangado mostraba un erótico liguero y unas piernas esbeltas enfundadas en
medias de redecilla negra. Sorteaba así los charcos que se habían formado junto
al muro que rodeaba al convento. Agarró con fuerza una cuerda que pendía del
cielo. Al otro extremo de la cuerda, en lo alto del muro, servidor, vestido de
un torpe<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Indiana Jones que no supo
sujetar con la suficiente fuerza la maroma y provocó la caída de la madre
superiora sobre uno de los charcos. Sus piernas quedaron abiertas mostrando el
liguero y el tanga. Mi masculinidad se endureció y en lo que parecía un acto de
caballerosidad salté junto a ella y le tendí la mano. En el intento de
incorporarse estiró demasiado fuerte de mi brazo y caí sobre ella. Sus senos se
clavaron en mi pecho. Nuestras bocas quedaron separadas por apenas un meñique.
Imposible detener la pasión. Nuestros cuerpos rodaron sobre el jardín y el
barro. Pensé en cuantos mandamientos estaba desobedeciendo y los ave maría que
necesitaría para mi reconciliación con Dios. Nadie mejor que la madre superiora
como intermediaria para el perdón, aunque su situación ante el todopoderoso era
peor que la mía. Seguimos follando hasta que unos ángeles <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>con liras y trompetas interpretaron <i style="mso-bidi-font-style: normal;">I can´t help falling in love with you</i> en una versión parecida a la de Eels y alcanzamos el éxtasis coreando el
estribillo abrazados. La madre superiora apartó mi flequillo empapado y me
susurró al oído: </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
—¿Quieres que lo repitamos en mi celda?</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
— ¡Si quiero! – grité con todas mis fuerzas</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
— ¡Pues claro que quiero! –reiteré por si no había quedado
claro.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El cura me miró con cara de asombro. A mis espaldas, los
murmullos de los invitados se elevaban por encima del sonido del órgano
que desafinaba <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la marcha de Mendelssohn. Eva
sonrió, en cambio, su padre se encaminó hacia la
salida mientras me dirigía un gesto con el dedo índice moviéndose alrededor del
cuello. Coincidió mi exclamación con la pregunta que el párroco había
dejado en el aire:</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
— Francisco, ¿Quieres recibir a Eva como esposa, y prometes
serle fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, y,
así, amarle y respetarla todos los días de tu vida?”.</div>
<div style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br /></div>
</div>
Jose R Capel PURPLEhttp://www.blogger.com/profile/08583823774580616445noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-1418468228393412547.post-13290547481489827082018-06-08T08:23:00.002+02:002018-07-22T12:11:37.693+02:00DERROTADO<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgD8qsHGdeAc8Rf77xlissnf4_8aCAV3t87QnmbQvqMJle6dQKXDcYJfq6ose1sMDT1SaFyCt5CLV1QJpMQLDFV8EmzG1-MSbXyczvPX1GvZEkByINk17LFlT8nxoznHruedKi9nKpMJl3o/s1600/derrotado.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="620" data-original-width="413" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgD8qsHGdeAc8Rf77xlissnf4_8aCAV3t87QnmbQvqMJle6dQKXDcYJfq6ose1sMDT1SaFyCt5CLV1QJpMQLDFV8EmzG1-MSbXyczvPX1GvZEkByINk17LFlT8nxoznHruedKi9nKpMJl3o/s320/derrotado.jpg" width="213" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
Habían pasado dos años desde que Esther salió de nuestro
apartamento sin intención de volver. Fueron tantos años juntos, que no
recuerdo si el alcohol llegó cuando ella se fue, o se fue cuando llegó el
alcohol. Estaba tan borracho que resulta imposible acordarme.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
El poso de su ausencia era muy denso y la soledad
nunca fue una buena compañía. Cerveza, vino,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ginebra, whisky y yo: una pandilla inseparable.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Mi vida se había convertido en una resaca
permanente. Ya no recurría a calmantes ni a ansiolíticos, el alcohol era mi medicina.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Un círculo que había
cambiado los trescientos sesenta grados por cuarenta, justo los que necesitaba
para sobrevivir a mi profunda melancolía.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
La noticia de su boda me llegó por Whatsapp, escueta,
mientras jugaba una partida de billar en un tugurio del barrio. Intuí su
desprecio silencioso.<br />
<br /></div>
<a name='more'></a>Unté de azulete la punta del taco mirando de reojo la
posición de las bolas en la mesa. En una pantalla, al final del bar, Elvis
cantaba Unchained Melody, demasiado gordo.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Fue su última actuación. Recliné el cuerpo hacia delante y busqué una
línea imaginaria que uniera la bola blanca con la negra. Era un tiro fácil.
Fallé. El humo del cigarro<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que llevaba
colgando invadió mi retina, arrancando unas lágrimas que borraron la trayectoria
dibujada en mi mente. Rocé la bola blanca que se desplazó lenta y despistada
sobre el tapete, lejos de la negra, que reposaba tranquila al lado del agujero
que debería haberla engullido.<br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Me hice a un lado y dejé que el tipo tatuado, sin apenas mirar
a la mesa, introdujera la negra en el agujero correspondiente. Elvis sudaba, un
tipo le aguantaba el micro mientras él tocaba el piano y sonreía a un público
entregado. Demasiado fármaco, demasiada mantequilla de cacahuete.</div>
<div class="MsoNormal">
Pagué mi apuesta y me largué de aquel antro. Nos fuimos
todos, mis pensamientos, mi soledad y yo. En la televisión, Elvis también se
despedía sin saber que sería la última vez. Tan solo dos meses más tarde fue
encontrado muerto. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Caminé con la cabeza gacha, despacio, sin rumbo, permitiendo
que la lluvia empapara mi depresión y despejara mi embriaguez. Hablaba con mi
sombra esperando una réplica a los insultos que escupía con voz áspera.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Descubrí mi monólogo en voz alta cuando unos jóvenes se
reían descarados del tipo derrotado en que me había convertido. Ellos
carnalizaban su amor sobre un banco mojado mientras yo paseaba mi frustración
desnuda. Demasiada lluvia, demasiado alcohol.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Preferí no imaginarla con aquel imbécil, pero la imaginación
no la eliges, te asalta y cuanto más quieres apartarla, más se empeña en
quedarse. Nunca me gustó el juego a tres bandas, siempre preferí el juego
directo, sin carambolas. Casi siempre fallé. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Encendí un cigarro y continué un camino sin rumbo, sin
horizonte. La magia de la noche había revelado todos sus trucos. El falsete
final de Elvis sonaba todavía en mi cabeza, desgarrado por el esfuerzo de quien
apenas se tiene en pie. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Cuando llegué a mi piso tropecé con mi alma, junto al
felpudo. En el cuarto de baño guardo los medicamentos. No sé cuántas pastillas
ingerí, aunque eso sí, en un gesto de lucidez,<br />
me aseguré de que no estuvieran
caducadas.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Dejé sonando en la radio“My way”en<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la versión de Elvis, aunque yo había elegido
hacerlo a mi manera.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
El tercero cuarta del bloque gris donde vivo no es
Graceland. Un vecino dio la voz de alarma por el hedor que desprendía mi piso
una semana después de mi muerte. Le comenté a Elvis que al menos su entierro
fue multitudinario.</div>
<br />Jose R Capel PURPLEhttp://www.blogger.com/profile/08583823774580616445noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1418468228393412547.post-48764894591222031732018-01-31T01:30:00.001+01:002018-01-31T01:30:38.261+01:00ALAS DE MARIPOSA<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #666666; direction: ltr; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 1.6; margin-bottom: 17px; padding: 0px;">
<br />
<br />
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgASW5i3Q9rpYXlf5TOVGQTNETWeRJ9TmAggpebdFODymXgaADxFLp3XHtU3QjawCpieRCrIZMsD45O72JnmCCgnLcBkaMZhwuh4Qo-uctJkHJvlEO4hY5pcqrmrBgvqnrv-DDDYWVa3d-5/s1600/MARIPOSA.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="490" data-original-width="900" height="216" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgASW5i3Q9rpYXlf5TOVGQTNETWeRJ9TmAggpebdFODymXgaADxFLp3XHtU3QjawCpieRCrIZMsD45O72JnmCCgnLcBkaMZhwuh4Qo-uctJkHJvlEO4hY5pcqrmrBgvqnrv-DDDYWVa3d-5/s400/MARIPOSA.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<br /></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #666666; direction: ltr; font-size: 14px; line-height: 1.6; margin-bottom: 17px; padding: 0px;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Me dormí leyendo a Kafka y desperté convertido en mariposa. No tuve estado de crisálida, a pesar de que algunos amigos me consideraban un capullo. De la noche a la mañana mi cuerpo sufrió un cambio espantoso. Me asusté pensando que mi vida se tornaría una pesadilla similar a la de Gregorio, marginado y despreciado por los que supuestamente me quieren.</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #666666; direction: ltr; font-size: 14px; line-height: 1.6; margin-bottom: 17px; padding: 0px;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Mi cuerpo tenía aproximadamente el mismo tamaño que antes de sufrir tan espantosa mutación, aunque ahora era oscuro y repugnante. Una especie de trompa enrollada ejercía las funciones de boca y unas prominentes antenas, aún torpes, se enredaban entre sí. De mi espalda surgían unas bellas y enormes alas azules con varios círculos rojos contorneados en negro, como si hubieran estampado un lienzo de Miró sobre ellas. A pesar de la belleza aparente, no dejaba de ser un horrible insecto.</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #666666; direction: ltr; font-size: 14px; line-height: 1.6; margin-bottom: 17px; padding: 0px;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Intenté incorporarme e, instintivamente, agité las alas sin una orden previa de mi cerebro. Mi cuerpo se alzó tres palmos de la cama y me dirigí hacia la ventana. Lo que supuse era mi lengua se desplegó sobre una de las flores que lucían en el alféizar. Libé su preciado néctar pero apenas llenó el vacío de mi estómago. Alguna vez había sentido mariposas en el estómago, ahora sentía el estómago de una mariposa.</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #666666; direction: ltr; font-size: 14px; line-height: 1.6; margin-bottom: 17px; padding: 0px;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Una vez aprendí a controlar el movimiento de las alas y con más dificultades de las que pude imaginar, conseguí asomar todo mi cuerpo al exterior y lanzarme a la calle.</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #666666; direction: ltr; font-size: 14px; line-height: 1.6; margin-bottom: 17px; padding: 0px;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Era temprano y no había gente. Con movimientos indecisos y volando en zig-zag, aterricé con cierta brusquedad sobre el jardín del edificio vecino. Me posé sobre las hermosas flores que aún estaban húmedas por el rocío matutino, destrozando con mi peso la mayoría de ellas. Era una enorme mancha azul agitándose sobre el verde césped de mis vecinos.</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #666666; direction: ltr; font-size: 14px; line-height: 1.6; margin-bottom: 17px; padding: 0px;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Oí el ladrido de un perro que asomaba el hocico entre las rejas de un balcón y levanté el vuelo en busca de algo que saciara mi hambre lejos de aquel can delator. Pensé en acudir a casa de mis padres ¡Ellos si que sabían prepararme un buen desayuno! No reflexioné en que mi apariencia les asustaría y que tras tantos meses sin relación aquella visita sería, cuando menos ,incómoda. Dirigí mi torpe vuelo hacia su casa. Las puertas del balcón estaban abiertas y tras algún golpe con el cristal pude entrar al comedor. El olor a café recién hecho y tostadas provocaron el gruñido de mis tripas. Mi madre salió de la cocina alertada por el ruido y me sonrió. Se lanzó con los brazos abiertos y me plantó un sonoro beso junto a mi antena derecha. No vaciló, supo que era yo y no hizo mención alguna a mi terrible aspecto, ni tan siquiera al olvido en el que los había enterrado. Las madres deben tener un sexto sentido para reconocer a sus hijos ya que era harto difícil adivinar que aquel inmenso lepidóptero era su hijo, y más tras tanto tiempo sin saber de mí.</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #666666; direction: ltr; font-size: 14px; line-height: 1.6; margin-bottom: 17px; padding: 0px;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Me sirvió una taza de café y dejó un plato con tostadas untadas con aceite. Ella hablaba atropelladamente, sin esperar respuesta. Me hubiera gustado poder contestarle, poder excusar mi inexcusable comportamiento, pedir perdón por este tiempo en que mi orgullo ahogó cualquier atisbo de arrepentimiento, pero cada vez que quería hablar lo único que conseguía era un aleteo nervioso, una mala conexión de mis neuronas, pensé.</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #666666; direction: ltr; font-size: 14px; line-height: 1.6; margin-bottom: 17px; padding: 0px;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">No pude probar ni el café ni el pan y mi madre entendió que mi dieta había cambiado. Trajo todas las macetas que pudo y las puso sobre la mesa. Me dio cierto pudor desenrollar mi trompa sobre aquellas flores de las que se sentía tan orgullosa, aunque el hambre no dejaba otra opción. Absorbí todo el néctar que pude y me marché dejando a mi madre con lágrimas en los ojos y los brazos abiertos, intentando acariciar a su volátil hijo.</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #666666; direction: ltr; font-size: 14px; line-height: 1.6; margin-bottom: 17px; padding: 0px;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Jamás cerró los brazos, ni incluso tras el golpe que propiné a mi padre en una discusión absurda. Siempre me había sentido superior a ellos, aún recuerdo aquel día estúpido en que mi vanidad y estupidez pudieron más que el amor que debería haber sentido hacia ellos. Ella aparcó el dolor y me llamó cientos de veces. Mi padre, aunque lo deseaba con toda su alma, nunca más me dirigió la palabra.</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #666666; direction: ltr; font-size: 14px; line-height: 1.6; margin-bottom: 17px; padding: 0px;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Me alegró que no estuviera por no volverlo a decepcionar. Con él siempre intentaba ofrecer mi mejor versión para colmar las grandes expectativas que había depositado en mí. Recuerdo cuando se desplomó sobre el sofá con los ojos cerrados y la boca abierta,como gritando una a eterna, pero sin decir ni una palabra. Simplemente le había comunicado que mi nueva pareja era un abogado criminalista. ¿Una abogado? preguntó él, creyendo que había escuchado mal mi afirmación. Un abogado,me reafirmé: un chico que conocí en la universidad. Sus ilusiones se vieron truncadas en un segundo. La depresión le duró meses en los que jamás oímos su voz. ¿Cómo iba a sentirse cuando viera que su hijo era un enorme insecto? Sé que con el tiempo aceptó mi condición sexual, sé que nunca dejó de quererme, pero ¿y ahora?, aceptaría esta terrible mutación.</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #666666; direction: ltr; font-size: 14px; line-height: 1.6; margin-bottom: 17px; padding: 0px;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Mientras abandonaba el que fue mi hogar, cientos de recuerdos enredados se solapaban en mi cabeza de alfiler sin una lógica aparente: mi hermana de adulta llorando porque no quería comerse la verdura; yo, con menos de diez años, trajeado y conduciendo mi antiguo seat ibiza; mi padre acunándome entre sus brazos, siendo mi cuerpo más grande que el suyo; mi madre peinando a mi hermana ante la atónita mirada de su marido; mi puño infantil golpeando el rostro de mi padre. Esa imagen persistió durante algún minuto: la cara desencajada de un viejo derrotado por la vida.</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #666666; direction: ltr; font-size: 14px; line-height: 1.6; margin-bottom: 17px; padding: 0px;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Sobrevolar la ciudad siendo dueño del trayecto era una experiencia maravillosa. Me olvidé de mi metamorfosis y disfruté de la vista, de la nueva perspectiva que me ofrecía la ciudad. Siempre había sufrido de pánico a volar en avión, en cambio, ahora, el dulce aleteo me proporcionaba un bienestar hasta entonces desconocido.</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #666666; direction: ltr; font-size: 14px; line-height: 1.6; margin-bottom: 17px; padding: 0px;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">A medida que me aproximaba a mi piso, comencé a ver a gente conocida. Observé como uno de ellos me apuntaba con su dedo índice, incluso me pareció escuchar que gritaba mi nombre. No me podía creer que alguien adivinara que el bicho gigante con alas de pinturas abstractas fuera yo. Entendí, no sin cierta sorpresa, que mi madre sintiera algún movimiento en sus entrañas y reconociera a su hijo pródigo, pero que me identificara un vecino con el que únicamente intercambiaba algún saludo cortés </span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"></span></div>
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">me dejó perplejo.</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #666666; direction: ltr; font-size: 14px; line-height: 1.6; margin-bottom: 17px; padding: 0px;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Entré, tras varios intentos, por la ventana de mi habitación y me posé sobre la cama. En el espejo me contemplé con horror. Si entornaba los ojos y desenfocaba la imagen de aquel vidrio mentiroso, podía ver una bella mariposa. Cuando los abría totalmente y observaba detenidamente mi cuerpo, veía lo que era en realidad: un descomunal insecto que aleteaba sin gracia unas hermosas alas.</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #666666; direction: ltr; font-size: 14px; line-height: 1.6; margin-bottom: 17px; padding: 0px;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Quizás toda mi vida había sido un insecto camuflado tras superfluos adornos. Quizás, por eso me reconoció el vecino, y mi madre, y cualquiera que me viera, porque realmente no había cambiado, seguía siendo un espantoso ser que intentaba deslumbrar con bellos afeites.</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #666666; direction: ltr; font-size: 14px; line-height: 1.6; margin-bottom: 17px; padding: 0px;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Intenté arrancarme las alas golpeándome contra la pared. El dolor era terrible, pero quería quedar desnudo y mostrarme cómo era en realidad. Pequeños trozos azules volaban por la habitación y se esparcían sobre el suelo formando una pequeña alfombra deslumbrante. Mi cuerpo quedó despojado de sus alas. Un cuerpo anoréxico apenas sostenido por fínisimas patas. Lloré, no sé si derramé lágrimas, pero sentí el crujir de mi corazón y el desgarro de mis entrañas. Me ví morir en el espejo, lentamente, sucumbiendo al terrible sueño que me venció.</span></div>
Jose R Capel PURPLEhttp://www.blogger.com/profile/08583823774580616445noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1418468228393412547.post-68594529588455422472017-12-26T14:39:00.000+01:002017-12-26T14:39:25.580+01:00SOLEDAD<span style="background-color: white; color: rgba(0, 0, 0, 0.87); font-family: Roboto, RobotoDraft, Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; white-space: pre-wrap;"><br /></span>
<span style="background-color: white; color: rgba(0, 0, 0, 0.87); font-family: Roboto, RobotoDraft, Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; white-space: pre-wrap;"><br /></span>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPE8r0XiRRqT5i7rDUcxRD1Q1gNcwimI8Q7S_5Ng5oSmjGi_FiZknYGrFND_xPOShjVtSLdTQBSjfsn0utW05SuKCm_lV6iMQ547t5Mklr_T6Yx7Sds2wMrj2hqaVaGH2Pz-jRPW-x6oJE/s1600/SOLEDAD.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="653" data-original-width="490" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPE8r0XiRRqT5i7rDUcxRD1Q1gNcwimI8Q7S_5Ng5oSmjGi_FiZknYGrFND_xPOShjVtSLdTQBSjfsn0utW05SuKCm_lV6iMQ547t5Mklr_T6Yx7Sds2wMrj2hqaVaGH2Pz-jRPW-x6oJE/s320/SOLEDAD.jpg" width="240" /></a></div>
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<br />
<span style="background-color: white; color: rgba(0, 0, 0, 0.87); font-family: Roboto, RobotoDraft, Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; white-space: pre-wrap;">Arranqué la hoja de noviembre, sin duda la que más placeres me había proporcionado durante este año: la fotografía de un bombero con el torso desnudo , ataviado con un casco de gladiador y una campestra. Me excitaba esa fotografía, su mirada lasciva que traspasaba el papel y provocaba que mi cuerpo alcanzara décimas de fiebre.</span><br style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; background-color: white; color: rgba(0, 0, 0, 0.87); font-family: Roboto, RobotoDraft, Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; white-space: pre-wrap;" /><br style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; background-color: white; color: rgba(0, 0, 0, 0.87); font-family: Roboto, RobotoDraft, Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; white-space: pre-wrap;" /><span style="background-color: white; color: rgba(0, 0, 0, 0.87); font-family: Roboto, RobotoDraft, Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; white-space: pre-wrap;">Me dejé caer en la cama esperando que el sueño no tardara en llegar. Intermitencias en rojo y verde se colaban en la habitación, luces de algún bar insomne, como yo. En el suelo reposaba mi bombero pirómano que no dejaba de invitarme al onanismo. Me revolví entre las sábanas buscando el placer de las caricias. Cerré los ojos en las últimas contracciones y alcancé de nuevo la recompensa de la felicidad, breve pero intensa. Las manchas de humedad del techo me devolvieron a la realidad y mi figura, convertida en sombra proyectada a intervalos sobre la pared , me recordó que la soledad es mi única compañía. </span><br style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; background-color: white; color: rgba(0, 0, 0, 0.87); font-family: Roboto, RobotoDraft, Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; white-space: pre-wrap;" /><br style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; background-color: white; color: rgba(0, 0, 0, 0.87); font-family: Roboto, RobotoDraft, Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; white-space: pre-wrap;" /><span style="background-color: white; color: rgba(0, 0, 0, 0.87); font-family: Roboto, RobotoDraft, Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; white-space: pre-wrap;">Me vestí con ropa ligera y un abrigo, regalo de un exnovio. El pelo alborotado , los labios en carmesí y un cigarro a medio consumir. Sabía que la imagen de mujerzuela atraería alguno de los parroquianos del bar. </span><br style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; background-color: white; color: rgba(0, 0, 0, 0.87); font-family: Roboto, RobotoDraft, Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; white-space: pre-wrap;" /><br style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; background-color: white; color: rgba(0, 0, 0, 0.87); font-family: Roboto, RobotoDraft, Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; white-space: pre-wrap;" /><span style="background-color: white; color: rgba(0, 0, 0, 0.87); font-family: Roboto, RobotoDraft, Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; white-space: pre-wrap;">No había probado aún el gin tonic cuando un hombre trajeado se acercó. No hacen falta demasiadas palabras para convencer al convencido y las suyas, aunque carentes de gracia e ingenio, fueron suficientes para invitarle a terminar la noche en mi piso. Ni siquiera era guapo.</span><br style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; background-color: white; color: rgba(0, 0, 0, 0.87); font-family: Roboto, RobotoDraft, Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; white-space: pre-wrap;" /><br style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; background-color: white; color: rgba(0, 0, 0, 0.87); font-family: Roboto, RobotoDraft, Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; white-space: pre-wrap;" /><span style="background-color: white; color: rgba(0, 0, 0, 0.87); font-family: Roboto, RobotoDraft, Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; white-space: pre-wrap;">Mientras subíamos por la escalera y ajena a las palabras de aquel hombre, pensaba si lo que buscaba era alguien con quien compartir mi desbocada libido o tan sólo otra sombra en la pared.</span><br style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; background-color: white; color: rgba(0, 0, 0, 0.87); font-family: Roboto, RobotoDraft, Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; white-space: pre-wrap;" /><br style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; background-color: white; color: rgba(0, 0, 0, 0.87); font-family: Roboto, RobotoDraft, Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; white-space: pre-wrap;" /><span style="background-color: white; color: rgba(0, 0, 0, 0.87); font-family: Roboto, RobotoDraft, Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; white-space: pre-wrap;">Fue rápido, demasiado. Se desplomó a mi lado resoplando y encendió un cigarro con cara de felicidad. Dejó cien euros sobre la mesilla y se asomó a la ventana. El frío y la humillación me dejaron paralizada en la cama. Un guiño y un beso lanzado al aire fue su despedida . </span><br style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; background-color: white; color: rgba(0, 0, 0, 0.87); font-family: Roboto, RobotoDraft, Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; white-space: pre-wrap;" /><br style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; background-color: white; color: rgba(0, 0, 0, 0.87); font-family: Roboto, RobotoDraft, Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; white-space: pre-wrap;" /><span style="background-color: white; color: rgba(0, 0, 0, 0.87); font-family: Roboto, RobotoDraft, Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; white-space: pre-wrap;">Noviembre permanecía en el suelo y diciembre auguraba que la soledad no era mala compañía.</span>Jose R Capel PURPLEhttp://www.blogger.com/profile/08583823774580616445noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1418468228393412547.post-30087898524170995372017-10-13T02:37:00.000+02:002017-10-13T02:37:59.902+02:00DIÁLOGO<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
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<br /></div>
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<br /></div>
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<br /></div>
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<br /></div>
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<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLzHRkhyphenhyphenURN4nBO-E5B8sB3FpV-sSQ06WBaYKO7N6haVP8uLMKIgv7LxE-C0b9iKQgaqUcjghkVDIeztagngORUswnpzptyvjD1g5O0HWrpZsdU1U2wjwag8cRdl5BJVYVMZ-FwDVu9qN7/s1600/SIN_DIALOGO.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="600" data-original-width="800" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLzHRkhyphenhyphenURN4nBO-E5B8sB3FpV-sSQ06WBaYKO7N6haVP8uLMKIgv7LxE-C0b9iKQgaqUcjghkVDIeztagngORUswnpzptyvjD1g5O0HWrpZsdU1U2wjwag8cRdl5BJVYVMZ-FwDVu9qN7/s320/SIN_DIALOGO.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El telediario actúa como un somnífero después de la comida y el aburrimiento cierra suavemente mis párpados.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Antes de que la baba empiece a deslizarse sin control, queda flotando en el aire una palabra susurrada por algún político: democracia. El sueño, a pesar de ser profundo y largo, no ha sido nada reparador. El sonido de los helicópteros, como un zumbido difuso pero insistente y el alto brazo del sofá han impedido un buen descanso. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
No he puesto el despertador confiado en que sería una mini-siesta. Gracias a la cacerolada, coincidente con el discurso del Borbón, he salido de mi letargo quizás demasiado alterado.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Por suerte, la tienda de Ahmed está abierta y he podido comprar un par de botellas de vino. Aunque siempre dicen que no hace falta que lleve nada, me horroriza presentarme con las manos vacías a una invitación. Carles y Ana probablemente habrán invertido la tarde en preparar la cena mientras yo dormía.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Me hubiera gustado comprar algún vino del Penedés, pero la oferta de mi paki favorito es limitada, rioja y algún ribera del Duero – precio razonable y buen cuerpo– repite siempre Ahmed. Me hace gracia lo del cuerpo – ¡Tú si que tienes buen cuerpo!— bromeo. No sé si me entiende del todo, pero ríe amable. Le dice algo en urdu a su compañero, un hombre tímido que apenas chapurrea el castellano, y ríen los dos. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Unos jóvenes, ataviados con esteladas a modo de capa, supermanes de la hipotética nueva república, se pasan un enorme porro que quizás les aligera el viaje a Itaca. Me gustaría tener la misma ilusión, pero mi futuro aún se conjuga en gris. Mi patria hace tiempo que consiste en setenta metros cuadrados que ahora están repletos de desilusión. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Carles y Ana no viven lejos y he decidido ir andando. Hay bastante gente por la calle. Muchos regresan de las manifestaciones con el uniforme oficial. Un coche de los mossos vigila que no se perturbe el orden. Hoy los mossos son héroes, a veces, la memoria es frágil. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
–¿Qué em pot dir l’hora? — me pregunta un chaval sin dejar de besar a su novia.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
–Tres quarts de deu.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Hace un cuarto de hora que ya tendría que haber llegado. Llamo a Carles, pero se pone Ana.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
– ¿Qué te ha pasado esta vez?</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
– Perdona, me he quedado dormido. En quince minutos estoy allí.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Un indigente duerme en un cajero, ajeno a las banderas y pancartas que desfilan junto a él. Probablemente no necesita reclamar una identidad que extravió en el fondo de un tetrabrik de vino barato. Quizás yo estoy más cerca de ese vagabundo borracho que de muchos de los coloridos transeúntes.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Me gusta mi ciudad aunque hoy siento caminar por una trinchera imaginaria y profunda que me permite esquivar las palabras hirientes de patriotas envueltos en banderas con los mismos colores. Intento encontrar la identidad que jamás tuve más allá de la que indica arbitrariamente mi DNI.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Me abre la puerta Carles con una acogedora sonrisa.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
—Ja era hora, nen!</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
—Ho sento. Un malson massa llarg.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Ana está con Toni y Núria discutiendo y analizando el mensaje borbónico, ignorando sin querer mi llegada. Cuatro besos y un abrazo y ya estoy inmerso en una conversación de la que trato de huir por una tangente que ni se aproxima a la discusión circular que mantienen con cierto acaloramiento.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Salgo con Carles al balcón a fumar un cigarro. La noche parece más negra que nunca, no hay luna ni estrellas. Nuestro silencio permite que el zureo de una paloma insomne se convierta en un molesto acompañante y nuestra prudencia ,en un interminable diálogo de miradas. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Ana nos llama para que nos sentemos a la mesa. Mi rioja paquistaní luce en el centro de una mesa circular. La falta de esquinas nos une más que la nula conversación, zanjada sin vencedores antes de la cena. Oigo las tripas de Toni agradeciendo la comida y la masticación pausada de Ana. Esquivamos un brindis que nos pondría en desacuerdo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Estoy cansado y decido regresar a casa tras el segundo gin tonic. No hay nadie por las calles. Las esteladas cuelgan de los balcones junto a alguna ocasional bandera de España, trapos que malbaratan el paisaje. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Regreso por la trinchera imaginaria disfrutando del fresco de la noche. La áspera voz de una gaviota es el único sonido en una noche demasiado silenciosa. Quizás las aves tengan más ganas de diálogo que nosotros.</div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
Jose R Capel PURPLEhttp://www.blogger.com/profile/08583823774580616445noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1418468228393412547.post-25880023880666763812017-06-03T09:22:00.000+02:002017-06-03T09:22:18.970+02:00LA LEY<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiAT3EuocuvT9cY68W-AKKuu62itMdmEasJ1f8Jgj_8gD_wmJwEp9beouOg0xFvvMSs6c1e0aiSc5iDUSGw4Wt5JFrjqFf430MWV924e8LU-dwVTPnSMT2QohwUk9r21PHk1cGhcIciWJQV/s1600/gangster.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="359" data-original-width="243" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiAT3EuocuvT9cY68W-AKKuu62itMdmEasJ1f8Jgj_8gD_wmJwEp9beouOg0xFvvMSs6c1e0aiSc5iDUSGw4Wt5JFrjqFf430MWV924e8LU-dwVTPnSMT2QohwUk9r21PHk1cGhcIciWJQV/s320/gangster.jpg" width="216" /></a></div>
<br style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; background-color: #fefefe; color: rgba(0, 0, 0, 0.87); font-family: Roboto, RobotoDraft, Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; white-space: pre-wrap;" /><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span style="background: #FEFEFE; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Las ráfagas de metralla hacen añicos el cristal del restaurante y el
estruendo apaga las últimas notas encasquilladas en el piano situado junto al
escaparate. El pianista apoya su cabeza ensangrentada sobre las teclas, que en
un lamento agónico aún suspiran un fa sostenido. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span style="background: #FEFEFE; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><br />
El hombre de traje oscuro que preside la mesa central toma conciencia de su
instante final cuando ya está muerto. Siete preciosos agujeros adornan su
impecable traje y un hilo de sangre brota entre sus labios, la herencia de un
último suspiro. Rodeado de falsos aduladores que hace tan solo un minuto reían
a carcajadas y ahora se refugian tras la mesa aterrorizados, observando
atónitos como saltan por los aires miles de fragmentos de la vajilla que
estaban utilizando.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span style="background: #FEFEFE; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><br />
Varios comensales de otras mesas han sido alcanzados sin tiempo para actuar. Un
camarero yace sobre los cristales rotos de unas copas que brindan con el suelo
y vierten champagne sobre un charco de sangre.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span style="background: #FEFEFE; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><br />
Tres hombres al otro lado de la calle sostienen unas ametralladoras aún
humeantes y contemplan la carnicería durante unos segundos, cerciorándose de
que el trabajo está bien hecho. Fracasar de nuevo les hubiera supuesto un
billete a la eternidad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span style="background: #FEFEFE; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><br />
Suenan lejanas sirenas de policía, tarde, como siempre.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span style="background: #FEFEFE; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><br />
Un fotógrafo utiliza sus polvos de magnesio para crear una luz artificial que
recrea el horror en una instantánea que ocupará las portadas de los diarios de
mañana.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span style="background: #FEFEFE; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><br />
El comisario escupe al suelo y exhala el humo de la última calada. Niega con la
cabeza y sale al exterior buscando aire que le reponga el mal cuerpo. Un joven
policía le acompaña en silencio, los galones todavía le infunden respeto. Teme
decir algo inapropiado y obtener algún exabrupto del comisario.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span style="background: #FEFEFE; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><br />
–Dicen que la venganza es una justicia salvaje ¿eh, chico?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span style="background: #FEFEFE; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><br />
El novato permanece con la boca cerrada. Reprime una arcada intentando ocultar
su angustia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span style="background: #FEFEFE; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><br />
-Esta maldita ciudad es un pastel demasiado apetitoso y nosotros estamos
castigados sin postre</span><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">.</span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; mso-outline-level: 4;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Curiosos,
periodistas y policías rodean el restaurante. El cielo permanece ajeno a la
muerte y muestra un azul luminoso en otra tarde fría.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
Jose R Capel PURPLEhttp://www.blogger.com/profile/08583823774580616445noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1418468228393412547.post-15597896470543792622017-04-25T00:16:00.000+02:002017-04-27T08:19:38.955+02:00YIN YANG<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgYYWeVyBwHUFkKyg6YdanXRV-fyspsgiR61VbivczUeKZUw9nHQvmcBN98EQHeQFNKvw1akWpFUogkEdOIHd82O-E8Rxe2deNQzKYXhMnyv0R0llHyqdI9KkCZlOOBqaOz26KJW2iBGM-9/s1600/Bipolar.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgYYWeVyBwHUFkKyg6YdanXRV-fyspsgiR61VbivczUeKZUw9nHQvmcBN98EQHeQFNKvw1akWpFUogkEdOIHd82O-E8Rxe2deNQzKYXhMnyv0R0llHyqdI9KkCZlOOBqaOz26KJW2iBGM-9/s320/Bipolar.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
<br />
<div class="MsoNormal">
El arte. Lienzos con pinceladas furiosas de colores vivos.
La rabia o la alegría, no sabría describir que sensaciones desprenden cada una
de esas pinturas desparramadas en el suelo.
Como los poemas, casi un centenar de folios con poesías indescifrables realizadas
en las noches que el sueño no aparece y las musas se acumulan en la puerta
entornada de su estudio: una estancia amplia y con buena iluminación que se ha
convertido en el refugio de un artista infatigable. Durante el día, la
guitarra: escalas pentatónicas, de blues, dóricas, frigias. Sus dedos recorren
el mástil con fluidez, intentando alcanzar la velocidad que marca el metrónomo.
Aspira a construir una gran obra visual y auditiva. Enormes lienzos sin bastidor, desvirgados con
furia y acompañados de textos poéticos y música de guitarras superpuestas con
un fondo rítmico pregrabado. Está convencido de que ganará el concurso al
artista del año. Hemos invertido varios meses de su pensión y mi sueldo en dar
forma a las ideas que, no sé si de forma ordenada, danzan en su cerebro.</div>
<a name='more'></a><br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
La cama. Lugar donde deberíamos descansar tras el ajetreo
diario, o amarnos, o soñar. Echo de menos el soñar despierta, relajada, en
posición supina, contemplando las sombras enredadas del techo y buscando en el
cerebro los deseos que hace un tiempo no me parecían inverosímiles. Me he
acostumbrado a conciliar el sueño sola, sin ronquidos, sin olor a su tabaco, ni
alientos de alcohol, sin arrugas en las sábanas y arrugas en la frente de
enfadarme conmigo misma, con el destino y con las pastillas de litio que
descansan en su mesilla de noche y que, deliberadamente, olvida tomar. Cuando
consigo dormir, me despierto sobresaltada por una llamada de Antonio. Debo ver su último dibujo, o leer su última poesía, o escuchar los
arreglos de una melodía que conozco de memoria. No importa la hora, pueden ser
las cuatro de la mañana cuando el arrebato de exhibir su ingenio necesite de mi
aprobación. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
El mar. La calma. El paisaje recurrente que alivia mis
insoportables angustias. Las olas mecen
mis temores como una nana mágica y hacen que el sosiego venza a la inseguridad. Azules que no aparecen en sus pinturas,
gobernadas por poderosos rojos, extrovertidos, pasionales. Reflexiono sobre el
límite del amor mientras contemplo el horizonte que pone fin a un mar infinito,
a veces calmado y dulce, otras bravo y furioso.
No sé si alcanzaré esa línea aparente que divide el cielo del mar.
Navego en un velero que iza y arria las velas aprovechando las rachas de
viento. La orilla queda tan lejos como el horizonte. Me siento extraviada en un
océano de sensaciones, sin principio ni final. Es el viaje lo que me atemoriza,
cansada de una tranquilidad silenciosa y amenazadora y su consiguiente
tempestad, o viceversa. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
El otro día conseguí convencerle para que me acompañara. Era
un día soleado, claro, parecía que los contornos del paisaje estuvieran
repasados con rotulador. La temperatura sobrepasaba los veinte grados y el mar
estaba precioso. Era temprano y no había nadie.
Nos sentamos junto a unas rocas y nos quedamos durante un buen rato
contemplando el vaivén de las olas, escuchando la algarabía de las gaviotas,
permitiendo que la brisa nos despeinase. Muchas veces pienso en lo poco que
necesito para hallar un momento de bienestar. Hace un tiempo, mis aspiraciones
eran diferentes y la felicidad se hallaba extraviada en metas inalcanzables. El
arduo recorrido carecía de importancia si el objetivo valía la pena. Ahora las
cosas han cambiado. El camino ha cobrado sentido a pesar del temor y el vértigo
que me producen las subidas y bajadas.Busco la extraña sensación de felicidad
mientras me agarro con fuerza al vagón de la montaña rusa gratuita que galopa
eternamente por una vía que acaba donde empieza, un bucle infinito.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
—¿Te importa que encienda un cigarro?</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
No recibí respuesta. Sabía que no le importaba. No hacía ni
dos semanas que se propuso dejar de fumar y no me había reprochado ni una sola
vez que yo lo hiciera en su presencia. Quería
acabar con su mutismo, aunque sabía lo difícil que es romper la barrera
invisible que le aísla del mundo exterior. Se hallaba al final de la pendiente que había
iniciado un par de días atrás. No sé cuantos días permanecerá en el abismo de
la quietud, del silencio. Continuó con la mirada vacía apuntando hacia ningún
lugar y yo encendí el cigarro intentando llenar mi cuerpo de algo más que un
llanto reprimido.</div>
<div class="MsoNormal">
El horizonte se difuminó con unas nubes que, sin prisa, se
fueron esparciendo hasta cubrir el cielo por completo. El azul se transformó en gris, como la ceniza
que caía descuidada de mi cigarro. </div>
<div class="MsoNormal">
Antonio parecía ajeno al cambio de luz, a las estridentes
gaviotas y a la brisa convertida en molesta tramontana. Su mundo había
oscurecido antes de que aparecieran las
nubes.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
La cama. Desde que regresamos de la escapada a la playa
apenas ha vuelto a levantarse. Una semana en la que únicamente algunas de sus
necesidades fisiológicas le han obligado a abandonar momentáneamente su
posición horizontal. No permite que abra
la persiana. Su mundo, tanto el exterior
como el interior, permanece en penumbra. Hace tan sólo una semana que yo tenía
que conciliar el sueño sola debido a su frenética actividad. Al día le faltaban horas para que Antonio
pudiera completar sus diferentes tareas. Ahora le sobran todos esos minutos que
antes necesitaba. Le sobran los días. Le sobra la vida.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
El arte. Olor a esencia de trementina o aceite de linaza. A
óleo. A lienzo sin estrenar. A
abandono. Abro las ventanas del estudio dejando escapar la esencia de un artista
frustrado. Enciendo el reproductor en el
que está grabada la última melodía que compuso.
Revolotean los folios con sus poemas al compás de una guitarra
melancólica. Acomodo los brazos en el alféizar y contemplo con indiferencia la
vida que transcurre ajena a mi desdicha. Añoro el ajetreo de los días en los
que Antonio se hallaba en la cúspide del mundo.
Su inacabada obra se perderá entre los recuerdos de días angustiosos y
posos de alcohol. Las lágrimas ahogadas durante años, derramadas en rincones de soledad, silenciosas y
reparadoras, regresan a mis ojos que extravían la mirada en un horizonte de
tediosos edificios. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div class="MsoNormal">
El mar. La vida continúa moviéndose como el inquieto océano.
Me cuesta encontrar la paz que me producía su cadencioso rumor. No encuentro los azules, a pesar de que el sol
se halla cerca de su cenit y el cielo se refleja con dulzura en estas aguas
calmadas. Los niños corretean intentando evitar el calor de la arena. Las
sombrillas han poblado la orilla. La gente grita su mala educación o su
felicidad mientras yo permanezco absorta en las rocas a las que jamás tuve que
venir con Antonio. Aunque resulte
extraño, echo de menos las pronunciadas pendientes por las que me he deslizado
de la mano de él. La línea recta que vislumbro
conduce únicamente a un abismo sin escalera. Siempre lo amé. El viaje ha
perdido el sentido. El mar sigue susurrando secretos a quien sabe escuchar.
Únicamente deseo abrazarme a él y volver a girar en la infinita espiral que se
deshizo de forma abrupta en estas rocas.</div>
Jose R Capel PURPLEhttp://www.blogger.com/profile/08583823774580616445noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1418468228393412547.post-74184572581492028092017-03-08T01:16:00.000+01:002017-03-08T01:16:05.865+01:00Jägermeister<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgEmtbpzvOQoaI1_M1riN9WjjVy2_mw0uozYAnnGRdIAFadLA5Szgy49qDcvh8SgesUIeXgn2gtRCLVshEEnAX0R6SIttwnaoJzvBnS9L1hSV7rjao4Sl6ZwBRodlF8MEnh9_i7TDMvPTQk/s1600/jaggermeister+imagen.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgEmtbpzvOQoaI1_M1riN9WjjVy2_mw0uozYAnnGRdIAFadLA5Szgy49qDcvh8SgesUIeXgn2gtRCLVshEEnAX0R6SIttwnaoJzvBnS9L1hSV7rjao4Sl6ZwBRodlF8MEnh9_i7TDMvPTQk/s400/jaggermeister+imagen.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<i><b>Relato presentado para el TORNEO de ESCRITORES 2017. Título obligatorio, máximo 1000 palabras.</b></i></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Llegué a las doce,cuando mis amigos ya iban por la tercera
ronda. Pedí una cerveza y me senté junto a ellos. El plan era el mismo de cada fin de semana:
alcanzar el equilibrio entre la alegría controlada y la borrachera
desfasada. Era difícil, siempre había
algún chupito que inclinaba la balanza hacia el descontrol. Las cervezas solían ser una medida de tiempo
equivalente a treinta minutos. Tras dos
horas de debate sobre el anarquismo de Durruti, la literatura de Burroughs o el
cine de David Lynch, nuestra conversación se desviaba hacia las piernas de la
morena que se sentaba a nuestro lado, el culo de la rubia de la barra o los
labios de la camarera. El alcohol nos hacía emerger de nuestras supuestas
profundidades y respirar la realidad inalcanzable que nos rodeaba.</span></div>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><a name='more'></a> </span><br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Éramos jóvenes estudiantes de un barrio de la periferia.
Nuestros padres habían luchado por proporcionarnos un futuro mejor que su
presente y su pasado. De momento, nos dedicábamos a gastarnos sus esfuerzos en
alcohol y marihuana.</span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> </span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Juan era un heavy
de greñas, chupa y parches. Alto y desgarbado, con un cigarro perenne colgando
de sus labios. Sergio era menudo, con ojos grandes pero sin brillo, ocultos
tras unas gafitas redondas al estilo John Lennon y vestido siempre de forma
impecable, cerca de parecer un pijo extraviado en un barrio que no le
correspondía. </span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Yo me hallaba intentando
encontrar un lugar a medio camino entre la estética punk y la rocker. </span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lucía un cuidado tupé y espesas patillas,
cazadora de cuero y una camiseta de Los Ramones.Todo era fachada, en realidad,
éramos tres simples universitarios buscando alcanzar un sueño de bronce porque
los sueños dorados</span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> </span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">parecían estar
asignados a los hijos de otros barrios.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Nos acodamos en la barra para empezar nuestra ronda de
chupitos. Juan iba a solicitar tres orujos cuando vislumbró una botella verde,
iluminada como si fuera la estrella de los licores expuestos. Parecía una virgen en su altar, con un halo
luminoso y dispuesta a obrar cualquier milagro. Preguntamos a Luisa, la camarera,
y nos explicó la mítica historia de la bebida y sus imprevisibles efectos. Yo
la miraba sin escuchar. Observaba sus labios carnosos abrirse y cerrarse e
imaginaba tenerlos junto a los míos, rozándonos, susurrándonos, besándonos.
Esdrújulas de primera persona del plural que me excitaban y me transportaban a
mundos alejados de aquella cochambrosa barra de bar.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">— ¡Jägermeister! </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Cuando Luisa pronunció el nombre de la bebida, la imaginé
con una gorra militar con el águila nazi, guantes negros hasta casi los hombros
y el torso desnudo, únicamente unos
tirantes cubriendo sus senos. Supongo que mis fantasías eróticas con Charlotte
Rampling en <i>Portero de noche </i> ayudaron a
construir esa imagen.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sus argumentos parecieron convencer a mis compañeros que
solicitaron tres chupitos de la pócima milagrosa. Luisa extrajo una botella del
congelador y llenó nuestros vasos del brebaje oscuro. Me gustó su sabor amargo,
a hierbas recogidas en algún bosque nevado de nombre impronunciable, con niebla
y algún cadáver judío. Repetimos unas
cuantas veces hasta que me sentí empequeñecer. No era el sentimiento de inferioridad que en ocasiones me paralizaba,
era una mengua física. Mi cuerpo se
había reducido a la mitad. Mis ojos
quedaron a la altura del ombligo de la rubia que apuraba el último sorbo de un
gin-tonic. Juan y Sergio también se habían
convertido en una especie de pigmeos descoloridos.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Cruzamos nuestras miradas incrédulas y achacamos nuestra
transformación al maldito orujo alemán. Nos había cambiado la perspectiva de la
realidad. A veces, me preguntaba qué era
la realidad. Quizás el paisaje de bloques sin horizonte del barrio, pero también los esporádicos
atardeceres contemplados desde lo alto del Carmelo junto alguna chica ocasional
con la que planeábamos el futuro bañados por los suaves rojos de un sol irreal.
La irrealidad tenía la magia que le faltaba a mi realidad, con un posesivo,
porque de lo que sí estaba convencido era que cada uno tenía una diferente. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lejos de asustarme, propuse a mis amigos disfrutar de
nuestra condición de enanos ebrios.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">-¿Qué cojones estás diciendo? ¿De qué quieres disfrutar si apenas
levantamos dos palmos del suelo?</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Juan estaba muy alterado, aunque conservaba algo del sentido
común que el alcohol nos había birlado. Obvió mi propuesta y decidió buscar un
taxi que nos llevara a urgencias de algún hospital.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sergio apoyó la decisión de Juan. Su corta estatura,
reducida a la mitad tras la ingesta del Jägermeister, le hacía parecer la
mascota de la rubia que nos miraba con cara de asombro.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Fuimos a la esquina de la calle Balmes con Plaza Molina
intentando encontrar un taxi libre. Sergio se subió a los hombros de Juan que,
a su vez, se hallaba subido a los míos
en una especie de pilar casteller sin <i>pinya</i>
ni equilibrio. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El taxista no pudo borrar media sonrisa de su estúpida cara mientras intentábamos alcanzar
los asientos traseros del coche. Sergio
cayó de espaldas en el asfalto tras un intento fallido de salto fosbury. El
taxista mostró sus dientes podridos en una carcajada silenciosa. Finalmente,
opté por empujarle del culo para evitar otro ridículo olímpico. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">—Déjenme adivinar, ¿a Liliput?</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">—Su puta madre— masculló Juan entre dientes.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">— ¡Eh! sin insultar, Gruñón.
¿Quieres que avise a Blancanieves para que te venga a recoger?</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Tapé la boca de Juan y me disculpé con el taxista, rogándole
que nos llevara al hospital Valle de Hebrón. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En la sala de urgencias, entre toses y vómitos, entre las
camillas de pacientes abandonados a su suerte, entre la desesperación y el
miedo, empezamos a recuperar nuestro tamaño real. Real en su sentido dimensional, pero no en el filosófico o metafísico: seguíamos
siendo unos enanos en un mundo de mierda. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Juan concluyó que los efectos del Jägermeister son
pasajeros, es la realidad, la nuestra, la que se empeña en impedirnos crecer,
la que nos ha asignado un papel secundario en una película con final previsible
y poco esperanzador.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Yo seguía fijándome en el culo de la enfermera que
auscultaba a Sergio.</span></div>
Jose R Capel PURPLEhttp://www.blogger.com/profile/08583823774580616445noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1418468228393412547.post-31388665627674631142016-10-01T09:01:00.002+02:002016-10-01T09:01:29.381+02:00MUNDOS PARALELOS<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 9.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #666666;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 9.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #666666;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgzJAL8wnfNZR4oBmVo1M_BY1IEFJIr5TVv7RPXhLEuF6DeOalwT8C_o4QOk3UST3_uXzPmZ91Xkvkrarf1rbBleTxOmeA8PzHF4S6e6D-buPPVwYqCWzsahZ5bBkKkv_k3-QJmosQoWTFE/s1600/MANICOMIO.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgzJAL8wnfNZR4oBmVo1M_BY1IEFJIr5TVv7RPXhLEuF6DeOalwT8C_o4QOk3UST3_uXzPmZ91Xkvkrarf1rbBleTxOmeA8PzHF4S6e6D-buPPVwYqCWzsahZ5bBkKkv_k3-QJmosQoWTFE/s400/MANICOMIO.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 9.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #666666;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">No hay un mecanismo artificial que justifique el acercamiento entre las
paredes opuestas. En realidad no se mueven, tan sólo son alucinaciones. Tampoco
se desploma el techo. Ni las ondulaciones del suelo están provocadas por
una terrible tempestad. Por supuesto, tú tampoco existes. El contacto de
mis manos en tu piel, dulce, porque no sólo es suave, es dulce porque la he
probado. Te he embadurnado de saliva sin reproches por tu parte, he
lamido desde tu frente hasta tus pies escuchando la melodía de tus gemidos, a veces reprimidos, otras sin contención,
jadeando de placer. He sentido tu humedad en mi boca, tu saliva y también tu
lubricidad. Mis espasmos y los tuyos, acompasados, abrazados, fundidos
con los ojos cerrados , perdidos en oasis de placer. El desierto de la rutina y
la monotonía se quebranta con nuestros encuentros. Palmeras y agua, espejismos
de un mundo irreal. No fue Dios quien te creó, fui yo que siendo ateo supe
crear el mundo a mi imagen y semejanza. Ficticio, tanto como la vida
paralela que discurre ajena a mi viaje extraterrenal. ¿O es real ese mundo en
que la vida pasa sin pasar?.¿Es real ese mundo en que no existes y solo existe
mi soledad?.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 9.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #666666;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Sol infinito sin nubes en el horizonte. Campos y mares, verdes y
azules. Días sin noches, luz eterna. Y tú, también eterna. Desnuda,
desnudos los dos. Para siempre, o eso creo yo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 9.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #666666;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"> Me citas junto al mar. Mañana.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 9.2pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><span style="color: #666666;">—</span><span style="color: #666666;"> ¿Y qué harás
mientras tanto? – te pregunto ingenuo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 9.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #666666;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">–Pasear, volar sobre estos campos infinitos de trigo y amapolas, de
naranjos y robles y olivos plateados. Y más tarde nadar hasta alcanzar la roca
de las sirenas, atraída por su hipnótico canto y sus bellas voces. Y
beberé el zumo de granadas y limones o naranjas. Y sentiré el olor de azahar y
jazmín o del cilantro y de las madreselvas, aunque no hayan noches por tu capricho de los días
eternos.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 9.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #666666;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">– ¿Y después?<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 9.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #666666;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">– Contaré las horas y minutos, hasta los segundos, para saber cuánto tiempo
falta para reunirme contigo. Junto al mar.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 9.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #666666;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">– ¿Y por qué quieres entonces pasear
y volar o nadar?, ¿Para qué quieres beber
zumos o envolverte de olores si luego pasarás el tiempo contando el mismo para
saber los segundos que faltan para reunirte conmigo?<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 9.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #666666;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">–Porque necesito echarte de menos, conocer el dolor de tu ausencia, y aunque
pasee o esté nadando o rodeada de olores y sabores maravillosos, nada,
absolutamente nada, me colmará de felicidad como tú lo haces.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 9.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #666666;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Y dejo pasar el día sin su noche, el tiempo sin referencia, sin
sombras ni lunas o estrellas. Y vuelo hasta el mar. Y escucho a
las sirenas que cantan y aletean su cola
nerviosas. Y las olas del mar que sisean tranquilas. Y a ti, también te
escucho a ti, junto a la roca de las sirenas, pidiendo auxilio. Te ahogas.
Tus manos se agitan solicitando ayuda. Yo te he creado, yo te he dado
la vida. ¿Quién se atreve a arrebatarme a lo que más quiero de este
mundo? ¿Para qué quiero estos campos y mares, este sol permanente y los
susurros de las olas? Permanezco en la arena contemplando tu terrible muerte.
Las burbujas de tu adiós se pierden ante mi impasibilidad. Y despierto de
nuevo en esta habitación de paredes acolchadas que se estrechan, y de techos y
suelos que se desploman.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 9.2pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
Jose R Capel PURPLEhttp://www.blogger.com/profile/08583823774580616445noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1418468228393412547.post-66039966062067601892016-07-07T08:18:00.001+02:002016-07-07T11:41:14.557+02:00FOLLANDO EN CATALÁN<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhdusxEs5kQuBjSpWyJ2uh5Wt00U-iCMCA0sMfMQHtHRcJndHIy7-sehjHNeIWhsSLOaLUsXtBPVX35f7HiE0AWAOR038wxRg_yc4b-VWSogoodLrrltna0gG2uq1WmLxbUhYyRoQq2GW10/s1600/beso.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhdusxEs5kQuBjSpWyJ2uh5Wt00U-iCMCA0sMfMQHtHRcJndHIy7-sehjHNeIWhsSLOaLUsXtBPVX35f7HiE0AWAOR038wxRg_yc4b-VWSogoodLrrltna0gG2uq1WmLxbUhYyRoQq2GW10/s320/beso.jpg" width="240" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Me la presentaron en catalán y a las pocas palabras supe que
se esforzaba por hablarlo, como yo. Supongo que ella notaba que mi acento
no era de l’Empordà, igual que yo intuía que su lengua materna era el
castellano. Ignoro el porqué, pero cuando conozco a una persona, el idioma en
el que se inicia nuestra relación es el que utilizo mientras dura ésta.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Nos gustamos y obviamos nuestros errores gramaticales.
Jamás he pronunciado correctamente las eses catalanas, no distingo las sordas
de las sonoras, ni las zetas, ni las ces con cedilla. Ella se hacía un lío con
la doble ele, ese sonido prolongado en el que la lengua se queda pegada al
paladar durante un tiempo. Ninguno dijo de cambiar de idioma a pesar de que nos
hubiera resultado más cómodo y natural hablar en castellano. Es lo que tiene la
inmersión lingüística. En eso pensaba mientras ella introducía su potente
músculo dentro de mi boca buscando los laterales internos de mis mejillas y
dejaba mi campanilla oscilando al compás de su música celestial.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Dejé que acabara mi lavado bucal hasta que necesité aire
para que mi rostro recobrara su color habitual y abandonara el morado pasión
previo a la asfixia. Quizás ella era hipoxifílica, desde luego yo soy bastante
normalito y las parafilias las dejo para gente más sofisticada. Aparté mi
cara de la suya y respiré el oxígeno, el nitrógeno e incluso el argón que
pudiera haber en aquella habitación.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">–Què et passa?– preguntó con su peculiar acento del sur.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">–No, res, que em faltava l’aire. Les apnees m’agraden
controlades i només quan pratico submarinisme.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Me acarició suavemente el rostro y me pidió disculpas por su
pasión. Jamás me habían pedido perdón por amarme. La abracé y continuamos en el
punto que lo habíamos dejado pero con suavidad, dejando que nuestras lenguas
intercambiaran salivas charnegas y deleitándome con el sabor a colutorio que
probablemente había enjuagado sus encías poco antes.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">En la habitación contigua se oían risas, jadeos y gritos sin
vergüenza. Carles y Núria follaban en estéreo, con un punto de exhibicionismo
sonoro. Daba la sensación que querían compartir su polvo con nosotros.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Sonreímos al mirarnos. Estaba claro que nuestra cita era una
encerrona, yo pasaba por un momento delicado de mi vida, acababa de romper con
Rosa y apenas salía de casa. En principio Carles me comentó que había alquilado
un apartamento para recordar aquellos fines de semana playeros en que nos
juntábamos los cuatro amigos inseparables: Carles, Manel, Sergio y yo. Era todo
mentira, había montado una cita a ciegas en la que yo era el único idiota que
ignoraba a lo que iba.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">A Montse le habían hablado maravillas de mí. Por lo visto,
yo era una persona sensible, con gran pasión por el teatro y la música clásica,
como ella. Me habían ascendido de cargo y me ocupaba, según le dijeron, de la
dirección de una revista de arte. Se suponía que mi sueldo era de los que
quitan el hipo y que vivía sólo, en un precioso ático del centro. Mientras me
explicaba mi vida, la que le habían contado, mi ego se hinchó como un globo de
helio y ascendió, extraviándose entre los nubarrones de mis fracasos laborales
y sentimentales.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">–No et creguis tot el que et diguin aquests!– le dije, sin
desvelar que de todo lo que le habían contado, lo único cierto, era mi pasión
por el teatro.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">–Tranquil, conec a Núria, és una magnífica comercial i sap
vendre molt bè el producte, encara que s’hagi d’inventar algunes de les seves
qualitats. Jo sóc més de tastar el producte.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">No sé a qué se refería. ¿Hablaba de sexo?. ¿Quería probar mi
destreza sexual o únicamente quería descubrir a esa persona sensible y
apasionada de la que le habían hablado?. Soy muy malo con los retos, me ponen
nervioso y suelo fracasar en todos los intentos.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Se desnudó de espaldas a mí y permaneció unos minutos así,
mostrándome su espalda y su hermoso culo, con las manos agarrando sus hombros,
como si tuviera vergüenza de mostrar los pechos a su sombra. Yo permanecía
inmóvil, sentado sobre la cama y con la vista fija en su cuerpo
bronceado. Se giró con un brazo ocultando los senos y una mano sobre el
pubis. Se acercó lentamente y se sentó junto a mí. Dejé que su piel rozara la
mía, que sus labios abrieran los míos, que sus manos acariciaran mi nuca.
Posé con delicadeza mis manos en los senos y cerré los ojos. Con un leve
empujón, hizo que me estirara sobre la cama y se sentó a horcajadas sobre mi
pecho. Contemplé el magnífico horizonte que tenía frente a mí y poco a
poco alcé la vista hasta que nuestras miradas se cruzaron.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">– Estàs molt callat– me susurró.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">–Gaudeixo el moment.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Era realmente uno de esos momentos que desearías que no finalizara.
Sabía que llegaba la hora de dar lo mejor de mí, que tampoco es mucho. Follamos
en catalán, utilizando los ocho sonidos vocálicos, que para eso los
tenemos. Gemía y sofocaba sus placeres
para que nuestros amigos no nos oyeran.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">–Oooh!, oooh– a veces con la o abierta, a veces con la o
cerrada. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Jadeaba mientras yo intentaba averiguar por qué cambiaba de
sonido. Probablemente probaba con los dos para asegurar que uno de sus gemidos
era correcto. Yo procuraba no desconcentrarme aunque, a veces, me venía a la
mente mi profesora de catalán de bachillerato, silabeando, deslizando su lengua
lentamente por el paladar y mostrándonos su filete lingual inundado en saliva.
Montse percibía mis ausencias e intentaba animarme restregando sus pezones por
mi boca.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">–T’agraden els meus pessons?- preguntó lasciva.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">–Pessons?, es diu mugrons– no me gusta corregir, sé que mi
catalán es mejorable y además no la había corregido durante todo el día,
¿porqué había elegido el peor o mejor momento para hacerlo?. Me sonó como
cuando un compañero de trabajo, haciéndose el conocedor de la carta del restaurante al que nos había llevado , nos
recomendó las "cocretas" de bacalao. Por
supuesto pedí solomillo, con ll, por que su solomiyo supuse que estaría
demasiado hecho.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Pareció que no le sentaba demasiado bien mi corrección. Se separó de mí, quedándose acostada a una
distancia prudencial. Los dos mirábamos el techo buscando una telaraña que nos
distrajera de nuestro momento delicado.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">–Eres un imbécil– interrumpió nuestro silencio en
castellano.–Desde que llegué a Barcelona, hace ya unos cuantos años, siempre me
he esforzado por hablar en catalán y nadie me ha corregido de la manera tan
grosera en que tú lo has hecho.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">–Pero,… si sólo te he
dicho que pessons no existe, que se dice mugrons.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">–No es la forma, es el momento en que lo has dicho. ¿Ves normal
en la situación en que estábamos que te preocupes de si está bien dicho o no?</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">–Lo siento, no era mi intención ofenderte,…es que me ha
sonado tan mal.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">–Déjalo. Sé que ni eres director de una revista, ni vives en
un ático del centro, cosa que me importa bien poco. Quería descubrir si eras
apasionado, sentimental, delicado, y ya ves. Quizás lo único cierto es que te
gusta el teatro. Eres un estupendo
actor.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">–Pero ¿qué dices?</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Se levantó y comenzó a vestirse. Yo no me moví, cubierto con
una sábana empapada de nuestros sudores y buscando la telaraña inexistente.
Entonces me sobrevino una duda y soy de los que no se guardan las cosas.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">–Perdona, Montse. ¿Cómo se dice telaraña en catalán?</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">El portazo cerró mi posibilidad de salir de mi estúpida
melancolía. Escuché de nuevo los muellles de la habitación de al lado, los
gemidos de Carles y Núria. Estaban hechos unos campeones, hacía más de una hora
que jadeaban. Me pregunté si ellos follaban en catalán y, en caso afirmativo
,si se preocupaban de la pronunciación o los posibles deslices idiomáticos, o
si tan solo utilizaban la lengua para embadurnarse mutuamente.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Desde el otro lado de la puerta me llegó la respuesta que ya
no esperaba.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">–Teranyina, es diu teranyina. </span></div>
Jose R Capel PURPLEhttp://www.blogger.com/profile/08583823774580616445noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1418468228393412547.post-2336777232834654532016-05-27T21:00:00.000+02:002016-05-28T05:07:57.701+02:00LA COLADA<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-eo8vuun2GqnpEetVAJ2VC2RF0jefYX3dP52ENwisO6Vx_x4gMJCgPs6fahOayQl5J54F76EipiCXOQ8ZsoY20oQ7foeZyas1B5-XdnDQTyDUhQf66gR_z9XUFIL9vNGCCa-gEDUMj9aF/s1600/colada.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-eo8vuun2GqnpEetVAJ2VC2RF0jefYX3dP52ENwisO6Vx_x4gMJCgPs6fahOayQl5J54F76EipiCXOQ8ZsoY20oQ7foeZyas1B5-XdnDQTyDUhQf66gR_z9XUFIL9vNGCCa-gEDUMj9aF/s400/colada.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="background: white; color: #666666; font-family: "arial" , sans-serif; line-height: 115%;"><span style="font-size: large;">Centrifugué los restos de
nuestro amor en la lavadora y acabé hipnotizado por su movimiento circular. Tu
olor se desvanecía entre el refrescante aroma del suavizante y algunos de tus
cabellos, adheridos a mis ropas en olvidados minutos de pasión, se perdieron en
el misterioso tambor. Durante una hora quedé embobado siguiendo un programa en
frío, como el final de nuestra relación. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background: white; color: #666666; font-family: "arial" , sans-serif; line-height: 115%;"><span style="font-size: large;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background: white; color: #666666; font-family: "arial" , sans-serif; line-height: 115%;"><span style="font-size: large;">Babeaba la cerveza que
acababa de abrir contemplando el eterno girar de la ropa. Vaqueros, jerseys, calzoncillos…,
todas las prendas se desprendían de tu recuerdo y, una vez tendidas,
goteaban amor y odio sobre el suelo del patio interior. Esperé a que se
secara la ropa mientras perdía la mirada entre tímidos rayos de sol que aligeraban mi espera. Cuatro whiskies tardó en secarse la colada. Abracé un
jersey para cerciorarme de que tu perfume había desaparecido. El olor del detergente
borró tu esencia.</span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="background: white; color: #666666; font-family: "arial" , sans-serif; line-height: 115%;"><span style="font-size: large;">Estaba borracho, las
pinzas se escurrían entre mis dedos. Acabé de recoger el resto de prendas y me
serví el último whisky con un calzoncillo puesto en la cabeza. Estaba de
celebración. Me pusé la camisa, aún húmeda, que llevaba en nuestra
despedida. No quedaba tampoco rastro de tu olor. Ni de tu sangre. </span></span><o:p></o:p></div>
Jose R Capel PURPLEhttp://www.blogger.com/profile/08583823774580616445noreply@blogger.com0