martes, 31 de diciembre de 2019

MELANCÓLICO BLUES


                                   




Manolo, un viejo guitarrista incapaz para el flamenco pero con duende para el blues, ocupaba el  diminuto escenario del Rory, ataviado con traje y sombrero blanco y unas  enormes gafas de sol que escondían su tristeza. Deslizó un tubo de metal incrustado en su dedo corazón por el mástil de la guitarra: un slide lento que dejaba una sensación melancólica y suavizaba su quebrada voz.  El Missisipi estaba demasiado lejos y el Llobregat era poco inspirador, pero Manolo no tenía nada que envidiar a los negros sureños de principios del siglo XX.

El Rory era un pequeño bar musical situado cerca del polígono en dónde se encontraba la comisaría.  Algunos policías acudíamos a tomar una copa al finalizar la jornada. Los viernes programaban pequeños conciertos de blues o jazz,  o de cantautores de letras indescifrables.

Esos momentos de camaradería en la barra, de risas con demasiada testosterona, me sirvieron para ganarme el respeto de mis compañeros, además, por supuesto, de mi rigor y seriedad en el trabajo.

Desde que recuerdo siempre quise ser policía.  Quizás las dos únicas cosas que he tenido claras en mi vida han sido mi oficio y mi orientación sexual.  En mis juegos infantiles alternaba muñecas y pistolas y en mi adolescencia disfrutaba mirándome al espejo con placa de comisario, gorra policial y labios carmesí. Años de marginalidad escolar y rechazo familiar.

Con los años aprendí a reprimir los gestos que delataban mi amaneramiento y endurecí el gesto. Mi homosexualidad la tenía guardada bajo llave en el armario, confesarlo hubiera supuesto ganarse la mofa perpetua del resto de compañeros. Una máscara amable que ocultaba la mueca de tristeza y frustración permanente.

Ese viernes, yo había tenido un día complicado.  Por la mañana, rompí mi relación de tres años con mi novio, Jordi , por su indisimulada promiscuidad. Jamás había querido a nadie como a él.  Por la tarde, me comunicaron la aparición de otro cadáver en la orilla del  Llobregat, una zona que visitan los domingueros que buscan escapar de la ciudad en una de sus esquinas. Era el tercer fiambre en el mismo mes. Una mujer que sobrepasaba los veinte por poco, con tantas puñaladas como años y con una bufanda azul anudada a su cuello, que cubría también parte de sus senos. Igual que las dos anteriores. No había lugar a dudas, era el mismo cabrón y nos tenía completamente despistados.

Mi cabeza se debatía en aquel momento entre la nostalgia de mi novio perdido y el horror del asesinato de la chica.  La rutina laboral se hizo a un lado y mi preocupación amorosa se alzó victoriosa en mis pensamientos. Había pedido un tercer whisky y haciendo tintinear los cubitos con el vaso, salí al exterior a fumar un cigarro.  Manolo versionaba con su guitarra acústica una canción de Robert Johnson que sonaba desnuda y verdadera. Escupí tras un ataque de tos ronco y la primera calada abrasó mis pulmones. Miré al cielo y suspiré por el amor perdido. Aplasté el cigarro con furia, como si mis frustraciones se concentrasen en aquella colilla ensalivada y entré de nuevo al local.

La conversación con mis colegas versaba sobre una mujer que contoneaba su espectacular cuerpo a dos pasos de donde estábamos. Fingí  interés y le lancé un piropo que sonó demasiado artificial. El último whisky me había abstraído un poco del mal rollo que arrastraba todo el día y ahora destilaba una alegría babeante y torpe.

Cuando Manolo se disponía a tocar la última canción, un aire gélido invadió el local. Se abrió la puerta y junto al viento helado de un enero especialmente crudo, entró Jordi, mi ex novio, que  extendía su mirada buscándome en el local. Nunca había venido al Rory, pero allí estaba, mirándome desafiante, con un abrigo marrón y una bufanda azul anudada al cuello.

Siempre había tenido un gusto exquisito para vestir, jamás hubiera usado una bufanda azul celeste.  Era una provocación,  él estaba al corriente de los anteriores asesinatos.  Siempre le explicaba los casos que llevaba y éste no había sido una excepción.

Jordi era alto, guapo y con una simpatía y amabilidad capaz de conquistara a quién se propusiera. Podía romper cualquier corazón, pero ¿había sido capaz de asesinar a unas jóvenes sin un motivo aparente?

El alcohol, la frustración y el odio no son una buena mezcla. Los rescoldos de mi amor aún no se habían apagado. Frente a mí tenía a la persona que más había querido y probablemente seguía  queriendo, pero también a un sospechoso de asesinato, o al menos eso quería aparentar él.

Tres disparos a la altura de su corazón, el músculo que él me había destrozado poco a poco durante los últimos tres años y que yo ahora le reventaba sin pestañear. Tres balas que dejaron atónitos a mis compañeros y a los pocos espectadores que aún quedaban escuchando a Manolo, que alzó sus gafas de sol y su lánguida mirada se paseó perpleja por el cuerpo que acababa de derrumbarse junto a la puerta.

— ¡Continúa!— le exigí contundente.

— ¡Toca tu puta guitarra!—

No sé porqué lo hice. Quizás fue venganza, celos, ¡qué se yo!  Preferí continuar mostrando una máscara en un baile de disfraces demasiado cruel. Jamás se pudo demostrar la relación de Jordi con los asesinatos.

Y de nuevo sonaron los compases repetitivos de un melancólico blues.  



43 comentarios:

  1. No sé cómo lo haces. Siempre que leo un relato tuyo me pasa lo mismo. Me quedo embobada en la historia y cuando estoy saboreando tu manera de contarla (escribes fenomenal), ocurre un giro totalmente inesperado y me dejas temblando. En este es ese disparo directo al corazón de Jordi. Eres un genio, José.
    Aprovecho para desearte un feliz 2020.
    Un fuerte abrazo

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  2. Gracias, José, por participar con este relato en El Tintero de Oro. Un abrazo, suerte y un muy feliz 2020!!

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  3. Genial ese policía enamorado. Qué bien escrito y qué bien ambientado. Me ha encantado, José. Mucha suerte en el Tintero y feliz 2020.

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  4. Hola Jose. Nos leemos de cara al Tintero, esta vez con música de blues con final de acorde frustrado y descorazonador. Muy buena historia. Coincido con Ana, la historia atrapa y va con un ritmo que aumenta a la par que se aprieta el cinturón de esos sentimientos reprimidos. Solo un pequeño detalle, se ha colado un conquistar(a)lo mismo es un buen augurio. Un abrazo y feliz año.

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  5. Hola José! Me llamo Beri. Un poco más y no llegas a tiempo para participar en el concurso de este mes...No obstante, ha valido la pena la espera porque tu relato es excelente. ¡Me ha encantado! Felicidades y mucha suerte en El Tintero.

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  6. Hola, José. Un relato original por el énfasis en la descripción del policía y su homosexualidad. Me ha gustado el personaje de Manolo, sus blues y su tristeza. Felicidades y éxito en El Tintero.

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  7. Un elemento ese personaje tuyo muy peligroso por su frustración y amargura. capaz de sensibilizarse ante un blues bien tocado, y a la vez de pegar tres tiros a su ex-pareja.
    quizá lo hizo no por despecho sino más bien por el peligro de que este desentrañara ante los compañeros su secreto.
    Un abrazo y feliz año.

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  8. Hola José. Me ha encantado esta historia en la que el blues de Manolo hace de hilo conductor. Desamor, música y crimen para nuestro protagonista, relato impactante como tres disparos en el corazón.
    Mucha suerte en el Tintero. Felices fiestas.

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  9. Saludos desde Venezuela. Interesante historia, con un giro inesperado. Feliz Año Nuevo 2020. Viva el amor.

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  10. Por algo, Jose, eres uno de mis escritores favoritos, aunque se te vea poco la pluma por estos lares.

    Has escrito con acordes melancólicos, a ritmo sureño, narrando el desamor y las injusticias sociales, pero no con peroratas y arengas, nooo, has puesto a actuar a Manolo, el viejo guitarrista tan alejado del Missisipi y tan afincado en el Llobregat.

    Funciona con eficacia la voz policiaca elegida, rompiendo el mito de que el cuerpo policial tiene que ser muy macho remacho. Sensibilidad entre gorra, pistola y labios carmesí, y hasta la estética que sabe distinguir entre un azul y un celeste ;)

    Tratas con la misma eficacia narrativa, al paisaje exterior, (los diversos escenarios elegidos), que al pasaje interno (los disimulos, las contenciones aprendidas, la adversidad del día, y finalmente el tiro de gracia directo al cuore del amado)

    Tu magnífica historia sí que suena desnuda y verdadera, tanto, que he tenido que modificar los puestos de la puntuación que más o menos tenía elegidos. Es lo que hay colega

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  11. ¡Madre mía! He visto la escena como si se tratara de una película. No esperaba para nada ese desenlace lo cual me encanta, porque has logrado que me pillase por sorpresa totalmente.

    Un abrazo y ¡Feliz 2020!

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  12. Hola, José. Es la primera vez que te leo y me ha encantado. Entrelazas las situaciones de una manera muy poética y llegas a un final cinematográfico.
    Un abrazo

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  13. Me ha gustado tu relato, José, muy diferente sin duda. Todo lo bonito que tiene el comienzo de un amor lo tiene de triste al final de la relación que lo sustenta. ¿Un asesino suicida? me resulta de lo más intrigante el personaje de Jordi. Acorde el nombre a la provincia donde se desarrollan los hechos, me ha gustado ese detalle también. Muy buena la caracterización en primera persona.
    Un abrazo, mucha suerte y espero que sigamos encontrándonos entre letras.

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  14. El relato es un blues en sí mismo. Me ha conmovido. Y además, escribís estupendamente. Felicidades. Suerte en el concurso
    Buen 2020

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  15. Me olvidé del "español neutro" y puse "escribís" que es argentino puro. Disculpa

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  16. El blues, musica de penas ahogadas por entre esas escalas de séptima menor. Has acompañado tus letras con esa melancólica atmósfera, junto con el desamor y el odio. Genial al giro trágico de ese protagonista que se desentiende de todo y se deja llevar por unas emociones que necesitan de ese blues para justificar sus actos. Un relato genial, Jose, enhorabuena.
    Un saludo

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  17. Saludos José, un relato impecable de principio a fin. Y que final, totalmente inesperado y muy visual. Feliz 2020! Éxitos y bendiciones!

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  18. José mucho tiempo sin leerte. Has dibujado un buen relato donde la música de blues es buen hilo conductor. El final inesperado nos deja con ganas de seguir leyendo. Un abrazo.

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  19. Me hubiera gustado poder oir ese melancólico blues para disfrutar todavía más de esa triste y dura historia de amor y celos, con asesinatos de fondo. Me ha gustado mucho la historia y tu forma de narrarla. Parecía como si estuviera viendo una película.
    Un abrazo, José, y suerte.

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  20. ¡Magnífico!, hay historia, hay conflicto, hay Eros y Tánatos. ¿Qué más pedir? ¡Ah. sí! manejo y dominio de la técnica y su aplicación sin miedo. Relato para el podium, sin duda
    Gracias y enhorabuena

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  21. Buenas, José.

    Pedazo de relato que has escrito. Me ha encantado. Creo que lo has sabido llevar muy bien, y en todo momento he sentido el dolor del policía.

    Gran trabajo.

    UN saludo.

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  22. Hola José

    Muy real, quizás más que por la trama, por la forma de contar.

    No sobra ni falta nada. Redondo.

    Enhorabuena compañero y saludos

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  23. Ese disparo directo al corazón de Jordi..., marca un antes y un después en la historia. Me ha llegado al alma y en eso está el leer un buen texto. La magia de saber que es un relato inventado, pero que remueve sentimientos, nos hace sufrir; reír, a veces. Tú lo consigues siempre.

    Te felicito, José, por lo bien que escribes.

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  24. Una historia triste muy bien narrada y mejor ambientada, con una muy lograda recreación de escenario y personajes. Consigues ponernos en el lugar de ese policía homosexual, con una vida repleta de amarguras, con una trama donde corren paralelas su vida sentimental y profesional, confluyendo ambas en ese disparo al corazón con el blues como inspirada banda sonora. Un gran relato el tuyo, sin duda. Suerte en el Concurso. Un abrazo, José.

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  25. He podido escuchar la música. Suerte en el tintero 🐾

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  26. Si dices que mi relato tiene mérito, no tengo palabras para describir el excepcional trabajo del tuyo que con tres disparos certeros no solo has resuelto esta pasional venganza de amor y celos a ritmo de blues al principio, pero con hard rock al final.
    Mi enhorabuena Jose y toda la suerte que te mereces.
    Un saludo.

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  27. Celos, alcohol y armas... mal cocktail para un buen relato!
    Un abrazo

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  28. Maravillosa ambientación, Jose. Cuanta amargura y desolación desprende el relato, y que cruel se torna este cuando uno no siente libertad para ser y sentir. Muy bueno, enhorabuena, me ha gustado mucho.
    Un fuerte abrazo.

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  29. Me ha encantado tu relato, José. Una mezcla explosiva que acaba explotando en el protagonista. Mucha suerte en el Tintero. Un saludo.

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  30. Para que luego digan que no se puede escribir un relato policiaco y a la vez introspectivo, tarea que no es sencilla pero que has bordado. Un personaje muy de tu estilo, cargado de una marcada sordidez interior, y una trama que va fluyendo y construyéndose hasta ese final trágico en torno a sus frustraciones y complejos. Gran relato, bien escrito y bien llevado hasta su remate. Mucha suerte Jose, y feliz año!

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  31. Un conglomerado de celos y suspense, eso lo hace interesante y atrayente para el lector. Buen relato.
    Un saludo Jose
    Puri

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  32. Te lo dije Jose, un relato de premio y de medalla de Oro ¡Casi ná! Qué bueno tenerte de compañero.

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  33. Muchas gracias, Isabel. Después de leer todos los relatos, no creía que pudiera optar a premio, por tanto,todavía estoy mas contento. Para mi también es un placer tenerte de compañera, Isabel

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  34. !Hola José! Feliciddes por el relato y el tintero obtenido.

    Una historia cruda, dura y muy triste, pero también muy actual.

    Los detalles, el ambiente y toda la descripción y narrativa emocional, hacen del relato, una historia a saborear a tragos cortos y muy amargos, pero acompasados de buen blues.

    Se podría decir que no hay protagonista principal, ya que son muchos los que llevan ese peso, está Manolo, está el blues, el bar, los compañeros policías, Jordi, el asesino de las chicas, y ese dolido y reprimido policía y narrador, quien sin dudas es el centro de atención, y no olvidemos esa pistola que emerge de la nada para dar tres tiros de gracia justo en el pecho de su amor, y es ahí donde por fin descarga toda su rabia, su dolor y frustración reprimida y cargada por años en su interior.

    Vaya historia, tremendo y liberador final. Me ha gustado mucho el coraje con que se escribió y el manejo de los recursos literarios y personajes.

    En hora buena y un placer visitar su blog.

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    1. Pues muchísimas gracias por tu halagador y minucioso comentario, I.Harolina. Encantado con tu visita. Un saludo

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  35. Felicidades Jose por ese Tintero de Oro, merecido sin duda, un gran relato que tiene justa recompensa. Un abrazo!

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    1. Muchas gracias, Jorge. Ha sido una edición con relatos muy buenos y realmente ha sido una sorpresa ganar el Tintero. Felicidades también a ti por tu 4 puesto. Un abrazo

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  36. Hola José
    Tu relato me encanta, es magnífico, la narrativa está muy bien llevada y mantiene el misterio que envuelve el suceso con ese final impactante.
    Saludos

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  37. ENHORABUENA, José, por ese Tintero de Oro, en una Edición de gran nivel. Últimamente, te los estás llevando todos. Nos vemos en la Granja de Orwell. Un abrazo.

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    1. Muchas gracias, Paco. He tenido suerte en los dos últimos, aunque tú tampoco te puedes quejar, tus relatos suelen ocupar algún puesto del podio.
      Espero tener tiempo y vernos en La granja. Un abrazo

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  38. Muchísimas felicidades por ese galardón, merecido sin duda!!
    Un abrazo.

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