A principios del
año 2190 y tras dos años viajando por nuestra galaxia, la nave Camila 33
alcanzó Mielguris, un planeta oculto, descubierto en 2157 y a una distancia
cercana, menos de la mitad de una unidad astronómica. La alegría de su avistamiento duró lo mismo
que el terrible descenso. Se perdió
momentáneamente el contacto con la nave y aunque, gracias a la pericia de sus
tripulantes, se consiguió evitar la colisión con una primera elevación de
hielo, no pudieron salvar la segunda, que destruyó el sistema de maniobra orbital y el motor
principal. En la nave viajaban siete humanos y dos androides.